6- Salida casual.

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-¿Cómo te llamas?- le preguntó la castaña después de darle un mordisco a su emparedado de queso y jamón.

-Matt. Un placer, ¿y tú?

-Kiara, el placer es mío.- le sonrío.

En ese momento una notificación le llegó.

<Peque, ¿Estás bien?> 9:20 am

<Si, ¿por qué?> 9:22 am

<Porque ayer publicaste cosas sin sentido.> 9:23 am

La castaña confundida y esperando a que sólo le estuviera jugando una broma, se apresuró a entrar a su perfil y ver lo que había publicado.

Efectivamente tenía varias publicaciones que ella misma hizo aparentemente, muchas sin ningún significado.

"Me encantaría conocerte en persona, tus mensajes alegran mi día y me dejan ganas de querer estar contigo. Creo que estoy loca o quizás enamorada." decía uno de los post.

"Ya perdí la cuenta de cuantos shots me e tomado quizás publique cosas sin sentido o cosas verdaderas, jajaja"

"Necesito saber quién eres Chico misterioso, C.P"

"Ayuda, creo que moriré."

"Me comi un moco, que sabía a chocolate."

"¿Estoy soñando o en verdad besé a ese chico?"

"Jugamos a V o R, estoy semi desnuda."

"Ya no aguanto más, me iré a dormir." último post, realizado a las 3:45 de la mañana.

-¿Qué pasó?- preguntó Matt, sacándola de sus pensamientos.

-No, nada, es sólo que tengo muchos mensajes de mis amigas preguntando por mí.- mintió. -Bueno, gracias por la hospitalidad Matt, pero ya va siendo hora de ir me.- agrego, guardando su teléfono.

-Oh, entiendo, si quieres puedo acompañarte hasta la parada del autobús.- se ofreció.

-Vale, me parece bien, no me vendrá mal tú compañía.- accedió con una sonrisa.

-¿Sabes? Soy muy divertido sí me lo propongo.- comentó a broma.

-¿Ah, sí? Sorprendeme.

1 hora después.

-Una vez, cuando estaba en quinto grado de primaria recuerdo que me gustaba una chica, y un día decidí declararme pero a la hora de hacerlo, me puse muy nervioso y en lugar de declararme le dije: "Hola mucho gusto, ¿te gustaría cenar conmigo este día?, me gustan las barbie, y pensé que podríamos conocernos y contar la basura que hay en la papelera".-

Kiara comenzó a reír con eso último, agregando. -¿Y cómo reaccionó ella?

-Su cara fue un poema, y al final me dijo: "Sí, luego hablamos." una semana después no la volví a ver.- dijo fingiendo tristeza.

-Ay, que triste.- exclamó con lástima falsa.

-¿Y a ti? ¿Qué anécdota amorosa tienes para contar?- preguntó con una sonrisa.

Ambos se encontraban en una cafetería cercana a la parada de autobús, ya que comenzaron hablar y para estar más cómodos decidieron entrar y así de una vez pedir algo de beber.

-Bueno, tengo un vago recuerdo de sexto grado en la que yo me le confesé a un chico, y pues ahí estaba yo en el salón de clases diciéndole que me gustaba.- sonrió de manera triste.

-¿Y qué pasó?

-Me rechazó, dijo que nunca saldría con una niña tan fea.- finalizó con algo de tristeza en su tono.

-Qué idiota, está bastante ciego aquel chico que pensó que eras fea.- comentó con indignación.

Ella soltó una pequeña risita, y siguieron hablando animada mente cambiando de tema. Una hora más tarde Kiara se despidió de Matt pero ambos intercambiaron números para no perder el contacto.

Muchas veces desearía que ese recuerdo no fuera la causa del porqué me desprecio, el simple hecho de recordarlo me da repulsión y asco al ver me en el espejo y sólo ver mis defectos, sin apreciar mis virtudes. Tal vez suene una locura de porque un bobo recuerdo de la infancia te deje marcada, pero muchas veces así suele pasar, así pasa, que lo más absurdo puede convertirse en algo tan significativo e importante que llega a destruirte.

Pequeña BipolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora