Luna de miel

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La fiesta de graduación de Krist paso sin contratiempos, familia y amigos celebraban no solo la graduación, también celebraban con bromas al nuevo integrante de la familia, que aunque aun no nacía, ya tenia una gran cantidad de admiradores, los amigos de la pareja organizaban desde ya un babyshower con ayuda de la madre de Krist.

Singto por su parte se sentía como figura de cristal, su esposo no dejaba que moviera un dedo, tenía delante de el todo lo que pedía, agua, refresco, bocadillos, fruta, un ventilador, almohadones y demás cosas que pedía solo para molestar al menor. Todos se divertían con la actitud protectora de Krist.

-siempre pensé que sería Krist quien se embarazara...- los comentarios de los amigos no se hicieron esperar.

-yo también pensaba que la esposa era Krist- desde que se casaron, desde que empezaron a salir, todos sabían quien era la esposa, por eso cuando Singto apareció con la noticia de su embarazo muchos no lo creyeron.

Unas horas más tarde

-N'Krist déjame ayudarte- el mas joven de los dos, cargaba el par de maletas hasta la habitación, un pequeño chalet frente al mar, Singto rodó los ojos por milésima vez desde que habían salido de casa. Solo tenía unas semanas de embarazo y ya lo trataban como invalido. Se sentó en el borde de la cama resoplando, se suponía que esta sería como su luna de miel,  de verdad tenía ganas de hacer el amor con su esposo. Su esposo. N'Krist era todo suyo por lo menos por los próximo meses, por que cuando el bebé llegara no tendrían mucho tiempo para los dos; quería pasar esta semana a solas con Krist y disfrutar su compañía, recorrer su piel desnuda y perlada, bañada en sudor, deseaba ahogarse en el placer del otro y pro supuesto quería llenarlo de amor.

Solo tenía unas semanas de embarazo y ya lo estaban afectando las hormonas. Recostado en la cama, liberó el botón de sus pantalones, tal vez necesitaría pantalones nuevos, por ahora deshacerse de ellos fue como la gloria, doblo sus pantalones dejándolos sobre la silla a lado de la cama. Hacia calor en la habitación, y Krist estaba ahora e la ducha. Su esposo podía tardar varias horas aseándose, y Singto podía imaginar la rutina de aseo del menor, más que imaginar, recordaba la rutina, primero dejaría correr el agua por todo su cuerpo, pasando sus manos por su pecho y su cuello, bajando lentamente por su abdomen, a Singto le gustaba el abdomen de Krist, no estaba marcado por el ejercicio, pero era lindo y suave, ideal para recargar la cabeza y dormir la siesta o simplemente para sujetarse a el mientras mueve sus caderas frenéticamente... - ah!! Krist... - cerró los ojos imaginando cada gota de agua resbalar por su espalda hasta llegar a su hermoso y agradable trasero, el menor no saber los erótico que se ve cuando lava esa parte de su cuerpo - Ammm Krist!

Gimió con fuerza mientras su mano se aferraba a su miembro erecto aun cubierto por la delgada tela de sus calzoncillos. Sentía mas calor aun con la poca ropa que tenía encima, se concentró en el sonido del agua cayendo en la regadera, podía ver a su esposo con el cabello goteando. Gimió aun mas fuerte cuando sintió un peso extra sobre sus piernas. Abrió los ojos con un poco de asombro, su fantasía previa era real, Krist estaba de rodillas frente a el con la mirada inundada de lujuria, sin cuidado alguno jalo la prenda que estorbaba entre ellos antes de tomar en su boca el miembro erecto y palpitante de Singto.

El menor no le dedicó mucho tiempo a su tarea, solo buscaba lubricarlo lo suficiente para...

-P'... - susurro cuando se acomodaba un poco mas arriba sobre la cadera del mayor, con cuidado de no recargarse en el vientre de su amado. -no quiero hacerle daño al bebé...- lentamente fue introduciendo aquel cuerpo caliente dentro de el.

-no lo haces amor...- se sujeto a las caderas de Krist empujando su cuerpo contra Krist, tiro la cabeza atrás contra las almohadas; no importa cuantas veces lo hagan, para Singto siempre es como la primera vez. Lentamente el menor comenzó a mecer sus caderas, colocó las manos sobre los muslos del mayor, dejando una a plena vista su miembro que se mecía libremente esparciendo gotitas transparentes.

Los ojos de Krist se apretaban delicadamente recordando cada dulce momento juntos, como aquel día cuando le enseño a besar al otro, cuando podían encerrarse en el salón del sótano y disfrutar la piel del otro -gmhmm P'- un poco más y la habitación se llenaba de gemidos candentes, Krist se inclino un poco hacia adelante, beso con hambre el pecho de Singto, mordiendo ligeramente sus pezones, se entretuvo un rato en ese lugar sin dejar de moverse ritmicamente, soltó un grito ahogado cuando se vio boca abajo en la cama y con el mayor entre sus piernas. 

-ten... ten cuidado P'...- no le preocupaba mucho que su cuerpo doliera al día siguiente, de hecho esperaba que pudieran tener sexo toda la noche, y también quería hacer el amor todo el tiempo que tuvieran disponible, estaba mas preocupado por su bebe, a decir verdad estaba un poco celoso.

Desde que se casaron tenían un plan fijo: ser padres. Desde el inicio se imagino que sería el, nunca imagino que por un par de veces en que cambiaron de roles el embarazado seria Singto. El también quería llevar un un bebé de Singto en el vientre, eso lo ponía algo sensible, quizás sería las hormonas del otro que lo afectaba a el también... -P'Sing... Singto... más...- aunque justo ahora no podía pensar con claridad, el mayor embestía sin piedad sus caderas y su miembro se frotaba deliciosa mente contra las sabanas, podía sentir el aliento cálido sobre su hombro, y algunas suaves mordidas sobre su espalda, giró la cabeza tanto como podía suplicando por un beso. 

Singto mordió sus labios, juntando su pecho con la espalda del menor, la presión sobre su erección era simplemente perfecta, tanto que le bastaron solo segundo para sentir esa corriente eléctrica bajar por su columna y agolparse en su miembro.

-Krist, amor... ya...- se mordió la lengua deslizando su mano entre las sabanas y el cuerpo del menor. Su mano quedo bañada de aquel fluido blanquecino, mientras el mismo llenaba el interior de Krist. -Te amo Krist... te...

-Te amo más, loco...- sonrió el menor, satisfecho y jadeante dejándose caer sobre la almohada.



Se acurrucó en los brazos del mayor escondiendo su rostro en el pecho ajeno, sus manos no dejaban de vagar con el abdomen de este, ansioso por ver a su esposo con una linda barriguita, suspiro algo cansado.

-¿sucede algo Krist?-  Singto le abrazaba con cariño, pero algo preocupado, podía imaginar que en algunos meses dormir así no sería posible, sinceramente, estaba muy preocupado, jamás se imagino en esa situación, en todas sus fantasías era Krist quien lucia una linda barriguita. 

-no..- suspiro de nuevo -solo estoy algo celoso

-¿celoso de nuestro bebé?- Singto besó su frente y sonrió

-no de el o ella, es que esperaba ser yo quien lo llevara... - se aferró más a su cuerpo cálido.

-Nong, Krist... quizás podamos darle un hermanito pronto- pellizco dulcemente el trasero del menor.

-Tonto... - esperaba con el alma que así fuera.

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