Familia PERAYA

Recursamiento

Singto no era tonto, tampoco lento. El quería a Krist, y no solo por sexo, le encantaba la manera en que se sonrojaba cuando se encontraban por los pasillos, le encantaba también escuchar esa risa alborotadora cuando el menor pasaba el rato con sus amigos. Pero tenía que pensar muchas cosas antes de comprometerse. Su padre le había enseñado desde que descubrieron que su único hijo varón era doncel, que el siempre tendría que ser el activo en la relación, que primero tendría que terminar su carrera antes de pensar en tener pareja. Pero no quería estar lejos del menor, y menos con la cantidad de admiradoras que este tenía.
Singto sentía pánico cada vez que Krist y Nam almorzaba juntos. Ni dos días desde que Krist lo abandono en aquel salón y el ya sentía celos.

¿Celos yo?

-si, celos, Singto Prachaya, el galán de la facultad esta celoso- Em su mejor amigo, lo sabía, Singto arrugaba las ojas, golpeaba la mesa y hablaba entre dientes cada vez que veían a Krist con sus amigos.

-¿por qué no vas hasta el, lo arrastras al medio de la cafetería y lo reclamas como tu novio? - buena sugerencia de su amigo Oak.

Solo tenía un problema con eso, Krist ya no quería verlo ni en pintura. Durante las reuniones de novatos el menor hacía lo imposible por evitar el contacto visual, y si tenían que hablarse Krist decía únicamente lo necesario. Si lo reclamaba como novio publicamente, corría el riesgo de ser rechazado.

Pero se iba a arriesgar. Sin darse cuenta cruzo la cafetería a grandes zancadas llegando justo a lado del menor, que en ese momento estaba a punto de besar a Nam, su amiga de la infancia que acababa de declararle su amor con una linda carta.

-tu eres mío, no lo olvides. - le hizo girar sobre sus pies, quedando frente a frente, el mayor lo besó con pasión, mordió su labio, jugó con su lengua. Cuando se separaron, ambos respiraron, mejor dicho suspiraron al mismo tiempo, Krist se dio cuenta que estaban a plena vista e intentó correr lejos del mayor. Singto pensó en detenerlo, pero el mismo quería salir corriendo de ahí, así que le tomó del brazo y caminaron , casi corriendo, hasta el salón abandonado en el sótano.

-¿pero que te crees? ¿ Como te atreves a hacer algo así? - Krist estaba enojado, frustrado, enojado, exitados, frustrado y emocionado.

-no soporto verte con otra persona, te quiero para mi, solo para mi, y no solo por calentura... Por favor se mi novio Krist - el mayor estaba al borde de las lágrimas, colgándose de Krist arrodillado frente a él.

-P' ¿puedo confiar en que no intentarás nada? - Krist tentaba a su suerte, el también quería hacerlo con el mayor, pero el miedo podía más.

-Krist, seré el mejor novio si tu me aceptas,- sabia que tendrían que lidiar con muchas cosas, entre ellas sus complejos y sus familias.

-¿estas seguro de querer a un doncel como novio?- Krist tenía los ojos rojos y las lágrimas corrían por sus mejlas, aquella no era la forma en la que esperaba que se le declararán, pero viniendo del mayor, seguro que era lo mejor que podía recibir.

-¿por que no te querría? ¿Tu quieres a un doncel arrogante como novio? - Singto sorbio su nariz y sonrió, aquella seria una interesante relación.

-solo si prometes que no seré el único que... - bien ahora sentía vergüenza de imponerse.

Ambos faltaron a sus clases de la tarde, permanecieron abrazados en aquel salón, disfrutando de su acuerdo. Y planificando como enfrentarse juntos a la sociedad.