¿Princesa?

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Me dieron la orden de la princesita y lo peor es que yo tenía que llevarla, pues porque yo fuí el que la atendió desde un principio.

Iba llegando a la mesa cuando una familia entro al local y un niño casi me tira la comida que llevaba en las manos, yo solo le sonríe y su mamá lo miro mal y le dio un zape en la cabeza. Odio que los padres traten mal a sus hijos.

- Aquí está lo que ordenó señorita, espero y disfrute sus arroz y su agua - dije haciendo la sonrisa más fingida que pude hacer.

Estaba apunto de irme cuando la princesita bufo estresada, quería seguir mi camino pero ella me llamó irritàndome más de lo que ya estaba.

- Osea qué parte de qué quiero un agua de horchata no entendiste - dice una voz tan chillona que estresa aún más de su falta de modales- porque al parecer esto no es agua de horchata.

- Una disculpa señorita, debí haber confundido las garras, en un momento le traigo su agua - odio este trabajo, pero fue lo único que conseguí debido a mi edad.

Tomé la garra de agua y la lleve a la cocina para cambiarla por la de horchata, enserio no sabía si aquella chica era así del diario o solo tuvo un mal día y está desquitando conmigo.

- De nuevo le pido una disculpa, no fue mi intención cambiar las garras, pero aquí está su agua de horchata - puse la garra en la mesa y me fui a la cocina.

*CHICA TEÑIDA*

No entiendo porque estoy siendo tan grosera con este mesero amable, pero prefiero ser así que vea lo nerviosa que estoy.

El chico de la fondaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora