Capítulo I

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Elena: ¿La cámara ya está grabando? -de frente y sosteniendo el artefacto, la pequeña dió varios golpecitos con su dedo-

Tyler: Tranquila, ya está grabando -la despeinó un poco- ¿estás lista? -preguntó con una sonrisa cálida en el rostro-

Elena: Siempre lo he estado -dijo esto con algo de orgullo en el rostro y luego volteó hacia la cámara, respiró hondo y sonrió- Hola! Soy Elena Intarakomalyasut! Tengo 6 años y este es mi primer video familiar -acerca la cámara a su cara y susurra- bueno, no es el primero familiar pero si el primero en el que yo hablo sin balbucear -Rió-

La pequeña se acercó al sillón y presentó a las personas que se encontraban ahí

Elena: ¡ellos dos son mis padres! Ella -señaló con su dedo- es mi madre, Samantha, y el -movió en dirección contraria su mano para señalar- es mi padre, Tyler. !Nosotros somos la familia más feliz del mundo! -movió de arriba hacia abajo la cámara y luego la enfocó al vientre de su madre- voy a tener un hermanito...
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De repente la tele se apagó, Elena chasqueo la lengua y apagó el televisor con el control remoto, luego se limpió con la manga una lágrima fugitiva. Eran tan felices antes, siempre le agradeció a sus padres el haberla adoptado, puesto que creció en una familia que no tenía carencias de nada, hasta ahora. Siempre escuchó las mismas preguntas por parte de la gente que se acercaba a ella "¿Siempre supiste que eras adoptada? O ¿No quieres encontrar a tus verdaderos padres?" Y siempre les contestaba lo mismo. Ella siempre lo supo, sus padres cuidaron de ella como si de un hijo biológico se tratase, pero el poco parecido físico era obvio. Ellos tenían los ojos rasgados y la piel un poco pálida, Elena tenía unos ojos redondos y grandes, y su piel era color caramelo. Sus padres no dudaron en decírselo cuando tuvo uso de razón, para evitarle molestias a ella en el futuro.

Elena: -suspiró y se levantó del sillón en el que se encontraba. Observó la casa en la que cientos de veces fue feliz, recuerdos vinieron a ella y lo único que pudo hacer fue soltar un suspiro de cansancio- Que lata...

El funeral de sus padres había sido hace ya una hora, poca gente había acompañado al duelo, puesto que sus padres eran de ascendencia Tailandesa pero se había criado en España, así que al establecerse en Phang Nga, solo habían echo amigos a los que podría llamar "familia". Luna se dirigió a la cocina a limpiar y ordenar lo que había utilizado para llevar a cabo el funeral cuando se dió cuenta que estaba sola. Dejó lo que estaba haciendo y se puso en marcha a buscar a su hermano. El había sido el más afectado de los dos y Elena trataba de llevarse lo mejor posible con el para poder ayudarlo en esta difícil situación.

Buscó en el primer piso y no lo encontró, luego subió a su habitación, tocó la puerta y ni un rastro o ruido por parte de él se hizo presente, Elena confundida, abrió la puerta y observó el cuarto oscuro y sin señales de su hermano, ella suspiró y entró recorriendo con la mirada toda la habitación, su hermano pocas veces la dejaba entrar ahí, siempre la echaba o le cerraba la puerta con seguro para que ella no pudiera entrar. La relación que tenían ellos dos se había deteriorado desde que su hermano había entrado a la adolescencia, incluso Elena podría afirmar que Atthapan o Gun, como le decían de cariño, le tenía un cierto odio, aún que ella no sabía el por qué...

Lost In The NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora