Elena es adoptada por una familia Tailandesa que viaja al exterior para su luna de miel, quedaron tan encantados con esa pequeña bebé que decidieron hacerla parte de su familia en cuanto la vieron. Años más tarde la pareja concibe a un pequeño niño...
Narra New Entré al bar y saludé a los chicos de sonido que estaban terminando de poner una luces nuevas que el dueño había traído de su último viaje, suspiré y me adentré a los casilleros a cambiarme de ropa y prepararme para esta noche que seguramente sería igual de pesada que las otras. Abrí mi casillero y, de nuevo, vi mi uniforme perfectamente lavado y planchado, con un peculiar aroma que ya todos en este lugar conocían, un escalofrío recorrió mi espalda, sacudí mi cabeza e hice una mueca con un poco de desagrado, ¿Por cuánto tiempo lo va a seguir haciendo? Muchos de los que trabajan aquí se han dado cuenta del trato al que ellos llaman "especial", que me da el dueño del bar. Es un poco extraño si me lo preguntan, pero para ellos es haberse ganado el cielo entero.
New: De lugar de hacer esto debería ya comprarme una casa y un coche y darme los mejores lujos. -chasque la lengua y me reí por la autoburla que acaba de hacer-
Me desvestí y me puse el uniforme, metí mis pertenencias al casillero y coloqué algo de desodorante y loción. Luego me miré al espejo del lugar y levanté varias veces la ceja, diciendo mil y una alabanzas en mi cabeza ante lo que veía.
New: Soy realmente guapo... -reí-
Tay: Eres aún mejor que eso...
Di un salto y un pequeño "ah" parecido a cuando te da hipo, luego me giré y encontré al dueño. Oh por Dios, no estaba preparado para verlo, la única vez que lo ví directamente y platiqué con el, fue el día que fuí contratado y desde ese día me convertí en el favorito.
New: Se-señor, ¿Qué hace por aquí? Solo estaba fanfarroneando un momento, pero en este instante iré a trabajar.
Antes de avanzara siquiera tres pasos, el dueño o mejor conocido como uno de los tres diamantes*, puso su mano enfrente de mi para detenerme.
Tay: oh tranquilo chico, puedes hablarme de tú, somos casi de la misma edad -le mostró una sonrisa coqueta- si estoy aquí, es por qué quiero pedirte un favor ... -su cara se tornó seria- necesito que atiendas personalmente a una de las salas VIP. Tengo un invitado muy especial para mí y necesito que alguien que sea de mi confianza lo atienda. -sonrió-
New: ¿Yo? Pe-pero si apenas me conoce, cómo es que ... -fui silenciado otra vez por su mano enfrente de mi-
Tay: no necesitas saber más, solo necesitas ir en 5 minutos a revisar que todo esté listo en la sala, ¿Ok?
Estaba analizando la situación del invitado cuando noté que el se acercó peligrosamente a mi, traté de alejarme un poco pero sostuvo mi nuca y me susurró.
Tay: -Inhaló y exhaló cerrando los ojos Al momento- hueles exactamente igual a mi... Lástima que no fui yo quien ... -sonrió de lado y su cara se tornó roja, luego se alejó un poco y actuó como colegiala enamorada y apenada por ello- ve a trabajar.
Me quedé congelado unos minutos y sin esperar ni una palabra más, caminé apresurado hacia afuera de los vestidores, atravesando el bar, que algunas veces daba más pinta de antro, llegando a las salas VIP. Al llegar ahí procese lo que había dicho el jefe, mi cara se tornó caliente y roja, pensando en todo lo que había pasado.
New: ya cálmate hombre, solo está divirtiéndose un poco -entré a la sala a preparar las cosas para cuándo ingresaran las personas- si, eso debe ser, como puede alguien con todo lo que quiere en el mundo, querer mi... -reí y abrí los ojos asustado ante la voz de mi conciencia- si eso debe ser...
Antes de abrir la puerta y colocarme para cuándo las personas entraran, eché un vistazo a la sala, todo había quedado perfecto aunque realmente no había mucho que hacerle al lugar.
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Suspiré y vi por el pasillo a Tay muy emocionado con los invitados que traía, me acomodé el uniforme y cuando mi jefe se acercó me dió unas palmaditas en el hombro, sonriendo muy divertido y entrando junto conmigo a la sala, detrás de nosotros entraron otras personas, empecé a preparar los tragos favoritos de el jefe, pero cuando me giré para entregar las bebidas mi mejor o peor sorpresa fue:
1.- Que los sujetos eran tres y no eran cualquier persona, sino nada mas que los demás diamantes, dueños de los dos bares conjuntos a este; y 2.- Que ahora sabía por qué Elena no encontraba a su hermano. El otro sujeto que venía con ellos, era Gun...
