Introducción

433 50 65
                                    

Todos se encontraban en esa fiesta, desde las princesas que estrenaban vestidos acorde a la época del año, hasta el rey León bebiendo desde un platón el ponche.

Hiro estaba mareado por las luces altas y los ruidos fuertes, rara vez formaba parte de un espectáculo así, pero esta vez tía Cass le dijo que era una gran fiesta dedicada a todos ellos y que valía la pena ir. ¿En qué momento logró convencerlo?

Del otro lado de la sala, con guitarra en mano y traje de mariachi  blanco, estaba Miguel Rivera, mirando a su alrededor casi desorientado, y aprovechando para comer (como buen mexicano) hasta que notó un gran bombón gigante abriéndose paso entre la multitud directo a la salida, Miguel se puso de puntitas y alcanzó a ver a un muchacho de cabello negro que usaba al gran robot como escudo para salir de allí. Hiro Hamada. Miguel dejó su plato de comida a un lado y trató de no pegarle a nadie mientras pasaba entre faldones holanes y brillos, para alcanzar al muchacho.

Al cruzar el umbral de la puerta, ya sin luces apuntándole a la cara, pudo distinguir la silueta encorvada de Hiro en la orilla de una jardinera.

─es normal el mareo por los cambios de luz y efectos de sonido ─Exclamaba Baymax─. Es común en bebés.

─¡si baymax pero no soy un bebé!

Gritó Hiro sin notar que Miguel se acercaba.

─Estoy confundido ─confesó el robot─. Tadashi te llama “Hirobebé” todo el tiempo…

─¡es sólo un apodo! ─Hiro se giró con un grito ahogado─. ¡Y no lo digas tan alto!

─oh... Hola... ─interrumpió Miguel sin saber qué más decir─. Miguel Rivera.

Miguel se señaló a sí mismo y luego se dio un auto zape interno, ¡ni tarzán habla así! Bueno, él no lo conocía pero...

─Hiro Hamada

Fue la respuesta del otro que comenzó a erguirse tratando de superar el mareo.

─yo ya lo se... ─Miguel se sentía tan nervioso como antes de una presentación masiva─. Que tu eres "Hiro Hamada" es decir, eres una sensación del Disney Channel, y estás por todo Internet y...

¿Que diablos trataba de decir?

─y a veces nos shippean

Hiro se lanzó al tema que Miguel trataba de evitar infructuosamente.

─¡diablos! ¿Haz visto todo eso? ─Miguel hablaba con más confianza, pero cuando lo notó, volvió a retraerse con nerviosismo─. Es decir, algunos son lindos y eso... Diablos! Mejor hablemos de tu corte de cabello.

─oh si... ─Hiro tomó un mechón de cabello cercano a su frente, pero era demasiado corto como para que alcanzara a verlo─. Los productores sacaron una nueva serie y decidieron que era buena idea un nuevo look...

Hiro parecía justificarse.

─Pues se te ve bien y todo... Pero me acostumbré a verte con un nido de pájaros en la cabeza ─Miguel volvía a hablar con naturalidad─. Es decir, no... Olvídalo, lo siento ─Miguel se rascó la nuca y miró en otra dirección─. Es difícil hablar con alguien que se supone que ya conoces pero en realidad es la primera vez que lo ves frente a frente.

Hubo un momento de silencio absoluto, la fiesta aún podía escucharse a unos pasos contenida en el gran edificio con adornos dorados.

─¿tu mareo desapareció?

Preguntó Baymax.

─¿te mareaste? ─Miguel volvió a mirar a Hiro─. Tal vez si nos acercamos al mar el olor salino te calme.

¿Mentira, fantasía o casualidad? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora