No estaba tan lejos de la biblioteca. La noche se sentía algo fría y los grillos cantaban entre las ramas de los árboles y arbustos silvestres. Gummy estaba echado en mis piernas mientras yo contenía ira en el pecho. Creer una locura así era absolutamente otra locura. Pero el hecho de que ellas estuvieran tan convencidas cuando lo confesaron me hacía sentir escalofríos. Escuché cómo las ramas caídas crujían producto de los pasos de alguien. Era un sonido que me hacía sentir nerviosa, no sabía quién era a ciencia cierta, pero parecía obvio. Yo lloraba llena de coraje cuando SeulGi se me acercó, traté de contenerlo pero lo único que quedaba dentro de mí era el aire que no podía transformar en palabras. Ella no habló en ningún momento, sus movimientos por lo contrario eran relajados y elegantes. Se sentó a mi lado y miraba hacia la oscuridad como yo lo hacía. Después de un par de minutos la única que parecía incómoda era yo, no tenía ni la menor idea de lo que debía de decir. Después de un momento ella regresó su mirada hacia el pequeño felino en mis piernas. Gummy siempre ronroneaba a su tacto y esta vez no fue la excepción, él parecía feliz dentro de su pequeño mundo, parecía feliz estando con nosotras.
-Recuerdo que cuándo los rescaté aquella noche no me dejó acercarme por completo. El gruñía receloso -escucho cómo esboza una sonrisa-. No quería que nadie lo tocara a menos de que fueras tú.
-No parece tan molesto ahora.
-Cierto -ríe-. Cuando era más pequeña mi madre me cantaba de forma tranquila mientras jugaba con los gatos de casa. Nuestro padre nos dejó y lo único que quedó de todo ese desastre fue una juguetería a las orillas de la ciudad. Mamá siempre la atendía incluso en los meses en los que nadie quería juguetes. Tenía la casa llena de gatos, siempre tenía gatos. Ella ni siquiera sabía cocinar, es por eso que con el tiempo mis habilidades en la cocina mejoraron...
-SeulGi -dije algo nerviosa-. ¿Tú recuerdas cuando se marcharon?
-Hmmm -lo piensa un momento-. Un poco -sin quitar la mano del pequeño-. Son pequeñas escenas que me hacen estar segura de lo que sucede...
-Yo...
-¿Crees que es injusto? -preguntó dándose cuenta de mi incomodidad-.
-Un poco -tragando saliva-.
-Ya veo... Yo... -ríe-. Pienso que todo esto es una mala pasada de la vida. ¿Sabes? No los puedo culpar, nuestra meta es sobrevivir hasta que ya no podemos. Y ellos hicieron lo posible.
-¿Sí tú estuvieras sana habrías aceptado dejar a alguien enfermo atrás?
-No lo sé -bajó la mirada-. Es ese tipo de situaciones en las que nada parece ser seguro. Esos dilemas morales que nadie espera enfrentar algún día. Pero si puedo asegurar que sí yo amara a alguien hubiera preferido que salvará su vida.
-¿Amabas a alguien? -ambas conteníamos aire frustradas-.
-Sí... Pero incluso si yo fuera la última persona en la Tierra no habría dudado en seguir sola...
-Y...
-Wen -me interrumpió-. Ese astro sigue viniendo hacia nosotros. Creer lo que esté hemos dicho será difícil, lo entiendo. Pero sólo hace falta que recuerdes para comprenderlo del todo. Déjame acompañarte, quedémonos aquí y vivamos hasta el último día, cómo quiera que esté sea...
La miré.
Jamás habría pensado que la Tierra quedaría parcialmente deshabitada, mucho tiempo ni imaginaría que encontraría a alguien en el planeta. Y aunque tampoco hubiera imaginado que habría más de una o que me enamoraría perdidamente de ella. ¿Podría hacerlo? ¿Podría seguir adelante esperando el último día de mi vida? ¿Podría lograrlo por nosotras?
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AreMF.
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Empty World. (SeulDy)
FanfictionAl final de los tiempos nadie sabe lo que pasará. Sin embargo, cuando Wendy despierta en un mundo vacío, sin personas en las calles o en los supermercados, se da cuenta de que está después del final. Vivir sola le parecerá todo un reto, hasta que se...