If Life Was Easy ©

#8: Misterioso e inalcanzable

Shin Min Rin's POV:

Esa misma mañana...

Después de que HeeRa saliera del baño, me dispuse a entrar a ducharme y prepararme para ir a la universidad. Mis nervios seguían presentes, no voy a mentir. Pero era lo normal, no desaparecerían de la noche a la mañana... HeeRa se había portado realmente bien conmigo al ofrecerse a hacerme el desayuno, y al preocuparse de que no volviera a perderme, al igual que Tae Hee, las dos habían sido realmente amables. A estas horas (las 07:30), Tae Hee aún seguía durmiendo, y yo no sabía si la otra chica, Soo Soul, seguía en casa o ya se había marchado. Traté de no hacer mucho ruido al fregar los platos, y apagué la televisión antes de entrar a prepararme. Tras asearme de pies a cabeza, me vestí con la ropa más decente y moderna que tenía. Que se burlaran de la "chica del pueblo" por no llevar ropa de marca no era precisamente una idea que me fascinara. Trataba de mantenerme indiferente, y no pensar en lo que diría la gente con respecto a mi apariencia. Pensar demasiado las cosas siempre nos pone paranoicos, y eso era exactamente lo que me estaba pasando en este momento.

¡Vamos, Min Rin! Deja de preocuparte tanto por cosas tan insignificantes, y vete a clase de una buena vez.

(...)

Me dirigí a la universidad, aún con la molestia en el estómago causada por los nervios. Esta vez me aseguré de buscar bien la dirección en Google Maps para que no hubiera problemas como anoche, y gracias a esta santa aplicación llegué rápido a la universidad. Era un edificio enorme, tan solo el verlo desde fuera ya me intimidaba. Entré por la puerta principal y comencé a buscar el aula de mi primera hora de clase. ¿Por qué Google Maps no puede localizarme también las clases? Esta universidad era como un laberinto, estoy segura de que tener un GPS no vendría mal.

Después de unos 10 minutos caminando, y dando vueltas por los pasillos, encontré mi aula. Entré con una sonrisa en mis labios, con la esperanza de que en mi clase hubieran personas agradables, con las que valiera la pena hablar. He de decir que en realidad fue una sonrisa bastante forzada.

Cuando abrí la puerta, me esperé que todas las vistas de los alumnos se posaran en mí (por ser "la nueva", no por nada en especial), pero en su lugar, cuando entré y miré al resto de mis compañeros, todas las miradas estaban puestas en un grupo de chicas que estaban hablando bastante alto.

—¡Oye! ¡Hyewon! ¿Pero qué te cuesta hablar con tu hermano? ¡¿Eh?! —Escuché gritar a una de las de aquel corro.

Yo caminé lentamente, hacia las escaleras, atenta de lo que estaba ocurriendo. Todos los demás estaban más curiosos que yo, por la atención que le estaban prestando a la conversación de aquellas chicas.