Nota!!! Atencion!!
A peticion de algunos de las personas que me siguen desde mi otra cuenta, resubire este fanfic nuevamente, mi otra cuenta fue baneada sin darme razones por lo cual me la pense mucho de hacer esto, las escenas con imagenes de cont...
Las calles congestionadas de la bulliciosa New York presentaban el panorama habitual de una metrópolis sobre poblada, miles de personas se abarrotaban las unas a las otras para hacer su camino a sus respectivos destinos, eran las horas pico en la mañana, entre las 7 y las 8, el momento en que todos trataban de llegar a su trabajo pero no sin antes pasar a recoger su café o su periódico, el tráfico y los embotellamientos de los autos en las calles también era común, quien se quejara o levantara maldiciones era porque era un cretino solamente, pero nada de eso cambiaría o solucionaría el problema, pero no estamos aquí para hablar de una típica historia de New york, nuestra historia se centra en alguien que no hace más de 3 años había llegado ahí, alguien que no estuvo o alguna vez estará habituada a la vida de ciudad, pero sin embargo se esforzaba para vivir ahí.
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En un autobús que se dirigía al centro de la ciudad, ese autobús era especial ya que pasaba muy cerca del edificio de la suprema corte de la ciudad, el destino de una hermosa rubia que venía a duras penas de pie en el autobús que estaba atascado de personas, con traje de oficinista, saco azul marino y falda arriba de las rodillas, camisa azul cielo y moño negro, le gustaba tener el pelo agarrado a pesar de no tenerlo tan largo, y siempre buscaba el modo de estar recargada en alguna pared, la primera vez que llegó a la ciudad tuvo malas experiencias con pervertidos en esos transportes, poco a poco se iba acostumbrando a la vida estresante y rigurosa, no era como si donde viniera fuera más tranquilo, Lori a sus 26 años de edad ya era una mujer hecha y derecha en toda regla, después de graduarse, claro se graduó un año tarde a pesar de tener calificaciones impecables, pero en esos 5 años desde el accidente de su hermano y pareja, Lincoln, había un año que quería olvidar, un año que no quería recordar, termino mudándose a New york , ahora trabajaba en la suprema corte como pasante de abogado y administradora, no podía quejarse, la paga era buena.
Lori intentaba hablar por teléfono como podía, parecía tener una conversación que era algo rutinaria.
-Mamá ya te dije que no tengo pensado salir con nadie, deja de querer presentarme a chicos que conoces en el consultorio dental.
-Lo siento querida pero solo te dedicas a trabajar y no haces otra cosa, debes salir y conocer a gente nueva, no es saludable-. Declaró Rita preocupada.
-Tengo a Loan, es toda la compañía que necesito mamá, lo mismo le dije a Bobby que dejara de insistir, no quiero salir con nadie, solo quiero dedicarme a mi hija.
-Tesoro, eso es otra cosa que me preocupa ¿Por qué la sacaste de la escuela? -. Lori hizo un gesto de desagrado y culpa.
- ¿Cómo te enteraste que la saque de la escuela?
-Por que hable a la escuela, es mi nieta, crees que no me preocupo por ella Lori Loud, no es bueno que este en casa todo el día jugando videojuegos y estando en internet, Lily me lo dijo ya que la ha visto conectada a altas horas de la madrugada.
-Sabía que había escuchado sus video juegos a esa hora, esa pequeña-. Murmuro Lori entre dientes.
- ¿Y bien? ¿Qué tienes que decir?
-Voy a educarla en casa, no quiero dejarla con esos monstruos que se hacen pasar por niños, ¿tienes idea de que hicieron? Se burlaron de mi niña por no tener papá ¿sabes los problemas nerviosos que tiene Loan?.
-Lori son niños, no miden las cosas de sus acciones.
-Mamá. Lo hicieron en el día del padre...no me di cuenta de que día era y terminé llevándola, me rompió el corazón imaginar que era la única niña sin su papá en la visita del padre. - Rita sonaba acongojada al otro lado de la línea.
-Dios mío, mi pobre niña... Lori porque no la dejas un tiempo con nosotros, ahora que solo tenemos a Lily le vendría bien entrar a una escuela de aquí, una vida más tranquila.
-Madre ya te lo había dicho, quiero ser responsable de mi hija, no quiero dejarla en Michigan y yo quedarme en New york, no quiero ser esa clase de madre, además es el único recuerdo que tengo de...-. Ambas se quedaron calladas un momento.
-Hija, sé que aún no puedes superarlo, pero la vida sigue, por eso mismo todas se fueron de la casa, sabían que debían seguir adelante, Lincoln no habría querido verlas así por él.
-Lo se mamá... sabes a veces me gustaría ser como Leni, ella a pesar de todo sigue firme a que regresara, no sé cómo puede estar con esa sonrisa todo el tiempo-. Un recuerdo de Leni le cruzo por la mente, pero trato de bloquearlo.
-También estoy preocupada por Leni, siento miedo de que este reprimiendo todas esas cosas y no quiera aceptar la realidad, aunque también Lily me preocupa.
- ¿Lily?
-la semana pasada estaba limpiando y acomodando el viejo cuarto de Lincoln, dice que lo miro en la tele y que pronto regresaría, la próxima vez que las tenga juntas tratare de hablar con ellas.
-Estoy cerca de llegar al trabajo, debo colgar, te amo mamá, hablamos luego.
-Bien hija, piensa en lo que te dije por favor.
Lori colgó la llamada y guardo el teléfono en una de las bolsas del saco, faltaban pocas cuadras para llegar a su destino, un asiento se había desocupado y lo tomó, era un asiento junto a la ventana, perdió su mirada y su mente mientras miraba la gente fuera caminando por la acera.
- (Literalmente yo también estoy mal, no debería poner a Leni en esa posición)-. Un pequeño recuerdo le paso por la mente.
- ¿Que todo estará bien? ¡Leni está muerto, se fue, ya no lo veremos más! -. Lori tomo a su hermana por los hombros y la sacudió, Las lágrimas recorrían el rostro de Leni, pero aún mantenía su cálida sonrisa, pura y esperanzadora, segura de sí misma.
-El volverá, él va a volver, prometió que regresaría y Linky nunca rompe sus promesas-. Lori soltó a su hermana, se dio asco a sí misma, estaba desquitando su impotencia y frustración con ella, pero ella estaba mucho peor.
Lori trato de volver a olvidarlo.
-En el fondo yo creo lo mismo que tú hermana... sigo con la esperanza de volverlo a ver, pero la realidad es gris y crue...
Fueron solo unas milésimas de segundo, casi leve, los ojos de Lori se abrieron, en esa milésima de tiempo el mundo se congelo atreves de la ventana, Lori no reacciono rápido a lo que vio, sus reflejos y su mente chocaron en sentido contrario, fue una cabeza con cabello blanco, estaba de pie en medio de la gente esperando a cruzar la vía principal del centro de la ciudad, no estaba equivocada, era el , después de 5 años era irreconocible, se levantó de su asiento bruscamente y comenzó a empujar a la gente hasta llegar al conductor.
- ¡Pare el autobús, párelo, es una emergencia! -. El autobús freno de golpe, Lori bajo corriendo en un mal momento, el semáforo de cruce se había puesto en verde, corrió rápidamente entre la gente, buscaba entre todas las cabezas hasta que a lo lejos miro una cabeza con mechones blancos, corrió con todas sus fuerzas, uno de sus tacones se rompió haciendo la caer, se raspo la rodilla y se ensucio su impecable vestimenta, pero eso no le importo, se puso de pie y siguió corriendo, hasta alcanzarlo, lo tomo de la mano para frenarlo.
- ¡Lincoln! -. Cuando cayó en cuenta, un anciano había volteado y era de quien sujetaba su mano.
- ¿Perdone? De joven me decían que me parecía a Abraham Lincoln, pero quién lo diría aun con mis canas me lo parezco.
-Oh disculpé, lo confundí con alguien más.
-No te preocupes, me trajiste buenos recuerdos de la juventud jovencita-. El anciano se marchó, Lori callo de rodillas, miraba el suelo, podía ver como unas gotas caían , eran sus lágrimas, en medio de toda la multitud toda la gente le sacaba la vuelta evitando tropezar con ella, pero nadie se dignó a hablarle, era increíble como uno podía estar solo en medio de muchísimas personas, Lori rompió a llorar.
- ¿Qué demonios pasa conmigo? -. Trataba de secarse las lágrimas con las mangas del saco, pero estas no dejaban de salir-. ¿Por qué me abandonaste Lincoln? ¿Por qué tenías que morir? Te extraño... Lincoln.... te extraño...vuelve-. La pobre mujer comenzó a llorar intensamente en el suelo y en medio de toda la gente.
