A las 6 de la tarde salí de casa y fui hacia la casa de Thalia. Tenía muchas anas de verla, pero estaba algo preocupada por lo que me había dicho Alex.
Llamé al timbre y escuché como una mujer gritaba el nombre de mi amiga. Unos segundos después, Thalia abrió la puerta.
Me miró unos segundos y entonces sonrió incrédula.
-¡¿N-nia?!
Yo asentí y la abracé.
-Madre mía... -me dijo cuando deshicimos el abrazo- ¡Ya pensé que nunca más te volvería a ver!
-Lo sé, ha pasado mucho tiempo.
-Joder, y que lo digas...
Salimos a la calle y nos sentamos en un banco.
-¿Cómo estás? — le pregunté acariciando su mano.
-Bien. Bueno... ¿Qué voy a decir?
-¿Y con tus padres?
Rió irónicamente.
-Mis padres... están insoportables. Mi madre no suelta el alcohol en absoluto y mi padre tampoco está muy en si. Pero, francamente, pasan de mí, así que me da igual.
A pesar de que hacía como que no le importaba, sentí pena por ella, porque era obvio que sólo trataba de autoconvencerse.
-Bueno... De todos modos, si necesitas algo en cualquier momento, ahora estoy aquí. Mira, te doy mi teléfono.
Thalia sacó su teléfono y yo le dicté mi número.
—Pues ya está, llámame cuando lo necesites.
Mi amiga asintió y se guardó el móvil en el bolsillo de nuevo mientras preguntaba:
-¿Y dónde te quedas? A vivir, digo.
-Ah, pues, en mi casa, con Alex, ¿no es obvio?
Entonces la cara de mi amiga se ensombreció, pude ver la incomodidad en su rostro.
-¿C-con Alex? ¿Tu her...mano?
-Sí, ¿qué pasa? -la miré preocupada.
-¿No has visto nada... eh... diferente, en él?
Fruncí el ceño, muy extrañada por su reacción.
-No. Dime qué pasa.
Ella me miró unos segundos como procesando la información y luego miró al suelo.
-Lia, me estás asustando.
Pasaron unos segundos hasta que se decidió explicar.
-Nia, Alex ha cambiado. Y no lo digo como "ahora tiene 22 años, ya es un hombre". Él fue por un mal camino y ha hecho cosas que...
-¿Qué? ¡Qué dices! -lo dije con una sonrisa, pues creía que estaba bromeando.
-Tienes que creerme. Cuando te fuiste él cambió. Se volvió más serio, duro, cerrado. A medida que pasaba el tiempo su mirada era más oscura.
Yo no daba crédito a lo que Thalia me estaba contando de mi hermano. Bajé la mirada al suelo mientras jugaba inconscientemente con mis dedos.
—Y él... Empezó a tomar mucho alcohol y drogas...
—No. Lia, no puede ser cierto...
-Sé que cuesta de creer, pero es la verdad... Alex se ha estado metiendo en aguas muy turbias estos años. Dejó los estudios, empezó a aislarse de todos y todo. Y eso no es lo peor... Hace unos tres años empezaron a correr rumores de que había... forzado... a varias chicas a tener sexo con él. Aún no había pruebas que lo confirmaran, pero...-
Negué con la cabeza y me levanté del banco en el que nos habíamos sentado.
-¡Entonces eran sólo rumores! -me giré con la intención de volver a casa.
-Nia, espera, ¡intento ayudarte! ¡Estás viviendo con alguien peligroso!
Paré en seco y la miré muy enfadada.
-Alex no es peligroso. A lo mejor vosotros estáis siendo injustos con un chaval que de repente perdió a toda su familia y se quedó solo.
Me fui para casa tan cabreada como dolida. No podía creer eso de mi hermano.
Pero, ¿y si era verdad?
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¡Hola!
Siento no haber publicado antes, ¡final de curso es LA MUERRRRTE para mí!! 😂
:)
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Violada por Alex
Teen FictionCuando me dijeron que volvería a ver a mi hermano, todo fue alegría y recuerdos felices, pero al estar con él me dí cuenta de que Alex había cambiado, ahora podía percibir en él una especie de lado oscuro. Y no me equivocaba.