— ¡Hola! — me sonrió, haciendo notar sus pómulos rojizos.
— Qué bueno que llegaste — dije y lo jalé de la mano para sentarlo conmigo.
— Dime, ¿qué pasa?
— Bueno... tengo un muy, muy, grave problema — farfullé. Sus cejas se elevaron al mismo tiempo en un gesto de sorpresa pero luego pasó a ser un ceño fruncido bañado de un matiz de preocupación.
— ¿Qué tipo de problema? ¿Qué es? — inquirió, visiblemente atento.
— Bueno. ¿Prefieres que te lo diga sin tantos rodeos? — pregunté. A lo mejor así era más fácil para mí — Asintió — Creo que me gusta tu hermano — dije casi hablando entre dientes, consumida por la vergüenza.
— ¡¿Qué te gusta quién?! — sus verdes ojos se abrieron al igual que su boca.
— No me hagas repetirlo — lo fulminé con la mirada.
— ¿Estás enamorada de Draco? — preguntó y su voz se mezcló con alguna chispa de arrebato repentino.
— No, no, no — gesticulé — Enamorada no — negué rotundamente, meneando la cabeza — Sólo, me gusta... mucho — admití, ruborizándome.
— Vaya — se recargó con aplomo sobre el respaldo metálico de la banca — Ahora somos compañeros del mismo dolor — bromeó.
— Harry, no estoy enamorada de tu hermano — volví a especificar.
— No por ahora.
Le fruncí el ceño y el rió — Vamos, cuéntame cómo ocurrió — me palmeó la pierna cariñosamente.
— Bueno — suspiré — creo que fue desde que lo vi. Mira, yo no creo en el amor a primera vista, pero cuando vi a Draco, me atrajo al instante. Tu hermano es muy apuesto.
— Ya he oído eso — musitó Harry.
— Bueno, tú no te quedas atrás — admití.
— Gracias. Continua.
— Él no me dijo que era novio de Pansy, y Pansy tampoco me mencionó que tenía uno; así que mis pensamientos volaron libremente y entonces chocaron contra una dura pared cuando me enteré de que ellos eran pareja.
— ¿Cómo te enteraste?
— Oí a Pansy decirle "amor" y luego besarlo.
— Oh — musitó y quiso fingir indiferencia, pero fue notable que le dolió. Capté entonces que debía guardarme comentarios como ese.
Continué — Luego Pansy me explicó que lo eran y... yo comencé a convivir con Draco. Ya sabes, mientras espera a que Pansy llegue del trabajo y eso; luego...
— Espera, espera — me interrumpió — ¿Cómo que convives con Draco mientras espera a que Pansy llegue?
— Sí. Bueno, Pansy llega a las ocho de la noche y Draco va a las siete al departamento.
— ¿Por qué hace eso? — preguntó confundido.
— Dice que es agradable estar allí — me encogí de hombros.
La cabeza de Harry se meneó y luego soltó una risita junto con un resuello.
— Continúa, continúa — me instó.
— Bueno... empecé a convivir con él. Llevarnos bien es fácil, es agradable y divertido. Pero mientras más convivíamos, empecé a sentir cosas por él.
— ¿Cosas?
— Sí, ya sabes... ese tipo de cosas — me encogí de hombros.
— ¿El cosquilleo en el estómago, la sonrisa idiota en el rostro, el latir inoportuno del corazón, el enrojecimiento de mejillas y las ridículas ganas de verle el rostro a cada instante de cada día?
— Eso... mismo.
— ¿O esas ganas abrasadoras de ser tú quien en vez de ella, esos molestos pinchazos en el interior que te fruncen el ceño cuando los ves tomados de la mano, riendo y platicando, y esas oleadas repentinas de tristeza cuando por accidente los descubres besándose?
— Sí — musité.
— Querida mía — se acomodó para mirarme de frente y me miró con un gesto divertido y a la vez compasivo — Lamento confirmarte que estás enamorada — me hizo un cariño en la barbilla.
— ¡¿Qué?! — chillé atónita.
— ¿Por qué no? — preguntó, sumamente tranquilo.
— ¡Porque es novio de mi mejor amiga! — vociferé como si fuese obvio — No debo, no puedo — negué con la cabeza frenéticamente.
— Uno no decide de quien enamorarse — suspiró — Y si no, mírame a mí: no debo ni puedo estar enamorado de Pansy, y lo estoy — se encogió de hombros.
— ¿Por qué lo tomas con tanta tranquilidad? — vociferé, casi queriéndole sacudir de los hombros.
— Porque no voy a ponerme a llorar ni a atormentarme. ¿Qué más puedo hacer si no es aceptar y vivir con eso? Aunque me duela.
— Y bastante— admití, ahora caía en la cuenta del porqué es que lo entendía desde un principio.
— Ahora sé por qué nunca me juzgaste — dijo, adivinando mi pensamiento.
— ¿Y qué vamos a hacer ahora? — pregunté, derrotada ante el sentimiento.
— Tratar de separarlos y hacer que Draco te ame a ti y que Pansy me ame a mí — dijo.
— ¿Qué? — le miré con desdén, crédula.
— Sabes que eso fue sarcasmo, ¿verdad? No vamos a hacer nada, no podemos hacer nada — musitó, lleno de aplomo.
— Por un segundo lo creí — susurré, recargando mi espalda en el respaldo de la silla y cruzándome de brazos. "Y me gustó" completó una vocecilla en mi cabeza — ¿Te digo algo? — dije ignorándola.
— Dime — me miró.
— Creo que Draco se... — me daba vergüenza decir eso, porque seguro Harry pensaría que estaba loca o demasiado enamorada y ya comenzaba a alucinar.
— Se... ¿qué? — me instó.
— Se pone un poco celoso cuando me ve con Cedric — terminé diciendo como quien no quiere la cosa.
— ¿Cedric? ¿El vecino de Pansy?
— Ajá.
— ¿Por qué se pondría celoso? — preguntó con los ojos inquisidores.
— No sé — dije aunque sí sabía, o al menos, quería creerme lo que pensaba. Que yo de alguna forma le atraía — Pero he notado que cada vez que tomo a Cedric de la mano y que le doy un beso en la mejilla o que Cedric me corteja, Draco no parece muy contento — admití.
— ¿Te gusta Cedric? — preguntó y me hizo recordar cuando Draco lo hizo también.
— Es agradable, pero lo prefiero como amigo.
— Entonces déjame adivinar, ¿utilizas a Cedric para darle celos a Draco? — me reprochó.
Lo primero que pensé en decir fue "No". Pero luego, cuando lo pensé más, decir "No" sería completamente falso; porque consciente o inconsciente. Yo hacía aquello para ver el ceño fruncido de Draco en su rostro y luego sentirme bien al saber... o mejor dicho... creer, que yo le robaba algún tipo de sentimiento de inquietud.
Harry interpretó mi silencio — Hermione, eso no se hace — me regañó como un padre a una hija, o como un hermano mayor.
— La mayoría del tiempo no lo hago a propósito — susurré.
— Y Draco no tiene porqué ponerse celoso — reflexionó — Esto está muy, pero muy raro — se rascó la barbilla como pensando y yo sólo me dejé caer de nuevo sobre el respaldo, suspirando. No quería hacerme ilusiones, no debía.
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Manual de lo prohibido [Dramione]
Fanfiction"Falso y pérfido eran sinónimos de mi nombre. De todos los papeles que pude protagonizar, era dueña del único que todo el mundo en mi situación, rechazaría. Lo peor era que esta no era una obra de teatro, cuyo objetivo es sólo representar, actuar y...