Capítulo 7.

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Esta noche cada vez se pone mejor, y todo cuando pensaba que sería la más aburrida de mi vida.

Matthew y yo hemos bailado hasta dolernos los pies, he tomado más que nunca en mi vida. Estoy borracha, muy borracha,  nunca habia bebido, pero he tomado más de 10 vasos y es suficiente para perder el control sobre mi.

Me divierto como nunca, le robo besos a Matthew y le bailo sensualmente, de estar sobria jamás haría algo así, sé que hago el ridículo pero no me importa, a él parece gustarle, está tan borracho como yo.

                                    •••

Abro los ojos de golpe al sentir agua fria caer en mi cara. Sam me mira divertida.

- ¡Te voy a matar Samantha Di laurenttis! - amenazo antes de verla salir corriendo.

Un momento... esta no es mi casa. Me duele mucho la  cabeza, me asusto al sentir movimientos a mi lado y cierro los ojos, no estoy sola en la cama, no estoy preparada para ver aún.

Abro los ojos lentamente y levanto la manta para asegurarme de llevar ropa. No llevo mi ropa, tengo puesta una camiseta negra y debajo de la camiseta están mis braguitas.

Respiro un poco aliviada. ¿Cómo llegue aquí?  No recuerdo nada, sólo mi beso con Matthew.

¡Matthew me beso! Aún no lo creo.

Por fín me atrevo a mirar y me encuentro a un Matthew durmiendo como bebé junto a mi, sólo lleva su ropa interior.

Díos. ¿Qué pasó anoche?

Las preguntas me atormentan, mi cabeza se llena de dudas. ¿Y si me acosté con él? ¿Qué haré ahora? ¿Estoy preparada para iniciar mi vida sexual? ¿Qué seremos después de esto? ¿Qué vino primero, el huevo o la gallina? ¿Y si no usamos protección? ¿Hotel? ¿Trivago?

- Okay, calma Allison - Me dice mi sub - Respira profundo.

- Soy una tonta, ¿Qué pasó con mis esperanzas de encontrar a mi Christian Hardin  Grey  Scott? - me digo a mi misma -¿Qué pasó con mis ideales? ¿En dónde quedaron mis principios? ¡¿En dónde quedo mi virginidad?!

- Tu virginidad está bien - Escucho una voz ronca. Matthew - aunque no pensé que una chica tan hermosa fuera Virgen a esta edad .

- Soy Oro puro - pienso, aunque luego me doy cuenta de que lo dije en voz alta.

- Pues, no puedo discutir en contra de esa lógica - Dice divertido - Quizá te preguntarás cómo llegaste aquí.

- Si, espero por favor, aclares mis dudas.

- Yo te traje, después de que vomitaras tu vestido - Dice divertido - Eres toda una llorona, estuve a punto de arrojarme por el balcón y no escuchar más tus quejas, mujer.

Suelto una risita y el me sigue.

- No puedo creer que vomitaras mi cama - Dice con todo falso de indignación.

- Disculpame pero perdóname, amigo - Digo defendiendo mi causa - ¿Quién me invito a mi primera fiesta y me ofreció bebida?

- Esta bien - Dice Matthew levantando sus manos en señal de derrota - pero aún así la pasamos bien.

- No te lo voy a negar - Me encantaría repetir, obvio no el dolor de cabeza.

- Bueno, te dejo - Se levanta y camina a el baño - por cierto - Se detiene a mitad de camino - No pasó nada entre nosotros y tu vestido está puesto en ese closet - me apunta a una puerta justo frente a mi.

Érase una vez.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora