Bastard

3

Podrick separó sus labios de los de Arya, sabía que no tenían posibilidad de estar juntos, aunque se le rompiera el corazón.

- Debo irme -exclamó apartando la mirada-

- Okey -dijo ella mirándolo con ojos tristes, no iba a suplicar, queria hacerlo, pero no lo haría-

Arya vió como Podrick se alejaba, tal vez para siempre, mientras una lágrima salía de sus profundos ojos grises. Sentía rabia al no poder pararlo o ni siquiera ir con el. Entonces ella pensó ¿como sería huir con podrick?

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Pasaron dos meses desde la partida de Podrick, durante este período de tiempo en la vida de Arya se resumía en las cuatros paredes de su habitación y en cómo ella miraba por su ventana recordando cómo se fue.

- Puedo pasar? -dijo una dulce voz acercándose a su puerta-

- Depende... A qué vienes?

- Solo quiero hablar contigo

Sansa entró a la habitación y miró con lástima a su hermana, nunca se habían llevado del todo bien pero no quería verla sufrir, era su familia

- Sigues pensando en él, verdad? -dice sentandose a su lado-

- Todos los días y todas las noches -respondió Arya a punto de llorar-

- Siempre supiste que era imposible, Jon no lo permitiría y tú mereces una vida mejor que la que él puede darte

- Se lo que piensan tú y Jon pero todos los días me cuestiono por qué no escapé con él el día que se marchó

- No digas eso -dijo preocupada- no sé si esto mejore o empeore tu situación, pero Gendry llegará en cualquier momento de Bastión de Tormentas... Es su Rey ahora, desde que Daenerys independizó los 7 reinos

- Que emoción -fingió una sonrisa- ya quiero que llegue para felicitarlo

Después de eso solo bastó diez días para que Gendry llegara a Winterfell, ansioso por ver a Arya después de tanto tiempo separados.
El fue recibido por Jon que lo esperaba con los brazos abiertos y una sonrisa.

- Sabes que siempre es un placer recibirte Gendry, o debería decir Alteza -dijo con una sonrisa- mi hermana ya debe estar por venir... y felicitaciones otra vez! - dice separandose del abrazo

- Gracias Jon, los extrañé mucho. Aquí la espero

Arya al escuchar que arribó, bajó corriendo de su recamara vestida en sus ropas de dormir y saltó para abrazarlo