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Arya caminó furiosa ante los dos hombres que se levantaron en un instante al verla llegar.

- ¿Qué están haciendo? -preguntó furiosa al ver las caras manchadas con sangre de ambos-

- Entrenando -se adelanta a responder Podrick-

- ¿Con sus dos espadas tiradas a un costado? -levanta una ceja y se cruza de brazos-

- Estabamos peleando -Gendry levanta su cabeza con un tono serio-

- ¿Por qué? -Arya lo mira confundida, tenía una mirada fria hacia ella, como decepcionado-

-Gendry dirige su mirada a Podrick y vuelve la vista hacia ella- Quiero hablar contigo... en privado -sacude su saco y se va caminando hacia el castillo con un paso lento pero firme-

Ella se gira hacia el muchacho que se encontraba a su lado y lo mira en busca de respuestas. Él solo se aclara la garganta y se acerca a ella, toma sus manos y juntas sus frentes.

- Tienes que entrar, pero quiero que sepas que esta vez no me iré a ninguna parte, ni aunque intente sacarme con un ejército -le dió un delicado beso en su frente y se fue de allí dejando a Arya confusa y con miedo.-

Sabía que significaba eso, es más, lo sabía desde el momento que los vió peleando, pero tenía la esperanza de estar equivocada. Gendry se enteró de su engaño, de seguro que la acusará frente a todos y deshonrará su nombre. Tendrá que soportar las miradas de rechazo de Jon y Sansa. Arya después de tantos años, tenía miedo.
Entró al castillo y se dirigió hacia el despacho de Gendry, uno pequeño que le dieron para que pueda arreglar sus negocios con Jon. Estaba parado de espalda hacia ella. Cuando la puerta se cerró, él se dió vuelta y vió el rostro pálido de su amada.

- Gen, lo lamento, yo... -no pudo decir más porque él tapó su boca con sus labios-

Ella estaba aún más confudida, él la tomó de la cintura al notar que ella no le seguía el beso. Puso sus manos en el pecho de él y lo alejó con un poco de enfado.

- Yo creí que tú estarías enfadado -se aleja de él-

- Lo estoy, lo has visto en el rotro de tu amante -se sienta en el escritorio- pero te conozco Arry, sé que te aburres facilmente, mientras que quede claro que cuando nos casemos no lo harás más, todo está bien -limpia su rostro con un pañuelo-

- ¿Disculpa? -lo mira atónita, la palabras que salieron de su boca no parecían ser del Gendry que conocía-

- Te perdono, pero él debe irse
-levanta su mirada- el estúpido me dió pelea. No sabe que yo soy el hombre que amas -ríe pero para al ver que los ojos de Arya tenían una pequeñas capas de agua- porque tú me amas... ¿verdad? -se levanta y se acerca a ella de nuevo-

- Claro que sí, te he amado toda mi vida -dice con una pequeña sonrisa pero baja su cabeza cuando una lágrima cae por su cara-

- Dí el resto, necesito escucharlo
-él traga, poniendo todos sus esfuerzos para no llorar-

- Pero lo amo más a él -levanta la cabeza para ver como la sonrisa irónica de Gendry desaparece-

- ¿Es una broma? porque no causa gracia Arya -dice viendo hacia otro lado-

- No, no y lo lamento -Se ahoga con sus propias palabras-

- Se irá, se irá ahora mismo -golpea el escritorio detrás de el-

- No, no lo hará -ella seca sus lágrimas y se pone firme al escucharlo-

- ¿Y que harás con él? ¿Te casarás? ¿Crées que Jon te dejará hacerlo? -ríe amargo-

- No -rie ella de la misma forma- pasaré mi vida con él, amandolo hasta el último de mis días -le da una última mirada y se va de ahí dando un portazo-

- Mi padre, perdió a tu tía -abre un cajón de su escritorio- yo no repetiré la historia contigo Arya Stark -saca un anillo y lo observa-

Bastard Donde viven las historias. Descúbrelo ahora