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Capítulo veintiséis

Federico

Llegué a casa era de madrugada, estuve en miles de reuniones y charlas con mi abogado, no quise despertarla así que dormí en el sillón.

_Señor

_William, ¿Qué hora es?

_Son las 9, señor necesito hablar con usted

_Si William que necesitas, ¿dónde está Sofía?

_De eso tengo que hablarle, ella se fue anoche

_ ¿Que? a dónde? como no me avisaste

_Lo siento señor

Me levanté y busqué en el cuarto, estaban todos los vestidos que había traído Josefina, pero nada de su ropa o su computadora o sus cosas personales, volví a la cocina y encontré sobre la mesada las joyas que le regale junto a una carta,

"Amor, siempre creí que el príncipe azul iba a llegar, defendí a pesar de mis dolores que había alguien ahí afuera para mí y lo encontré, te encontré, siempre pedí al universo que algún día me haga conocer ese amor del que todos hablaban, ese amor que te hace mejor persona, que te levantas sonriendo y te acuestas pensando en él, desde siempre te esperaba, no dude nunca que eres lo que buscaba, caíste sobre mí, vi tus ojos y ahí supe que eras alguien que no iba a olvidar, lo que no sabía era lo profundo que podías meterte en mi piel, cada beso, cada abrazo hicieron que mi alma sanara. Me diste confianza en mí misma y me enseñaste no solo amar, sino el placer de amar a alguien en ese nivel, todo lo que viví contigo me lo llevo, es mío para siempre y se quedara en mi por el resto de mi vida, pero esta vida, tu vida no es la mía, extraño el mar y la libertad de ser quien soy sin necesidad de fingir para agradarle a alguien y sobre todo no puedo hacerte daño, no puedo separarte de tu familia y de tus obligaciones porque eres eso, me enamore de ti con toda tu mochila, solo que no pude cargarla. Hubiera preferido perder cualquier cosa a perderte a ti, si hubiera dicho todo y sin guardarme nada quizás no sería lo mismo, si hubiera la manera de cambiarlo todo o algún modo, pero no existe, yo soy lo que soy y tú el príncipe de Suecia, te amo, pero no nos amó juntos, no amo llorar en la noche, sentirme humillada, odiada y patética o rogar tu amor. Gracias por enseñarme lo que es el verdadero amor, gracias por dejarme conocerte y conocerme a mí misma, por apoyarme y acompañarme, pero no estoy lista para esto, no puedo dejarte tomar la decisión de elegir entre tu familia y yo porque eso nunca debería ser una obligación para ti. Se feliz, se libre y siempre sonríe, te amo no lo dudes, pero no me busques, no me llames y por favor respeta mi decisión.

"También del amor se aprende"

Sofía."

Era la primera vez en mi vida que me sentía así, desbastado, como si me hubieran sacado el corazón o si toda la felicidad del mundo se hubiera evaporado, ella era mi vida, mi amor y ahora solo me queda una carta.

Tomé mi auto y fui a toda velocidad al castillo.

_Su majestad, ¿Qué hace aquí?

_ ¿Dónde están mis padres?

_En el comedor, señor

_Gracias María

Mi furia está más allá de toda razón, tengo que calmarme

_Federico, ¿Qué haces aquí?

_Buen día hijo

_Lo lograste madre

_ ¿Qué logre, se puede saber?

_Lograste lo que querías, ella me dejo

_Te dije que no era para ti, seguro solo quería dinero

_Oh por favor ella tiene dinero y mucho, no lo necesitaba, su padre era de la marina Inglesa un capitán, su tía es la autora más conocida del mundo, no necesita dinero, ella me amaba, se enamoró de mi sin saber si quiera quien era.

_Por favor, Federico, seguro que son mentiras

_Yo la acompañé a Inglaterra a ver a su tía yo estuve en la casa de Maggi Fox

_Maggi fox es la tía?

_Si madre. La autora que tiene tus estanterías llenas.

_No cambia las cosas, ella debería haberse quedado y luchado por ti y no lo hizo, solo fue maleducada e inoportuna.

_Samanta creo que te equivocas hable con la chica y no solo es bella, sino es muy inteligente sabe más de libros y autores que nosotros juntos, hasta me ha hecho releer a García Márquez, ¿Qué hiciste Samanta?

Por fin uno de mi lado mi padre siempre fue más centrado y conciliador.

_Lo siento Federico, no tengo nada más que hablar, si ella no sabe lidiar con la presión de estar en la familia real no era para ti.

Se levantó y se fue dejándome sin respuestas y solo con mi padre que miraba el diario nuevamente como si nada de lo que dije de mi corazón destrozado valiera la pena.

Me fui nuevamente a mi casa y decidí encerrarme en mi cama hasta que el mundo dejara de girar tan rápido y toda la mierda a mí al alrededor desapareciera.

Amor RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora