Cap. 2

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Su padrastro se detuvo frente a la casa que había visitado varias veces,  se sentía bien venir a esa casa, no es que no le guste estar en su casa pero el hombre le caía bien.

Se bajó con su teléfono en el bolsillo de su pantalón y caminó a la cajuela del auto, su padrastro la abrió y entonces pudo sacar sus maletas junto con su bulto de la escuela. Su madre cargaba con una maleta y el mayor cargaba con otra para ayudarla para que no cargara muchas cosas ya que recientemente se había fracturado un brazo.

– Jimin, se bueno, ¿si? – Dijo su madre caminando al lado de el mientras se aguantaba a su brazo, el rubio sonrió.

– Si mamá, todo estará bien, no te preocupes.– Dijo el rubio para dejar un casto beso en la coronilla de su madre, la amaba mucho, ¿y como no? Si era la mujer que lo trajo a la vida.

El mayor abrió la puerta y les permitió que entraran a la que sería su casa por una semana, dejaron las maletas a un lado de la puerta y fueron a la sala. Su mamá le leyó la cartilla de no molestar, no daño físico ni emocional, ser educado, tratarlo con cariño, en fin, muchas cosas que pronto se le olvidaron.

– Jungkook cariño, baja, ¡tenemos una visita especial! – Dijo el hombre desde el pie de la escalera, el rubio permaneció sentado desinteresado hasta que una voz le llamó la atención.

– Ya voy papá..– Se escuchó suave lo que significa que estaba cerca, el rubio se puso a pensar y a analizar esa voz.

" Esa voz....me suena familiar, mmmmm, no puede ser, si es el mismo chico espero no ser mojado por el con agua o jugo otra vez." Pensó apoyando sus antebrazos en sus rodillas.

Los pasos por la escalera dejaron de escucharse así que se enderezó y efectivamente, el mismo chico de cabellera oscura se encontraba parado allí, en la entrada de la sala. Su madre se levantó por lo tanto el también se levantó a un lado de ella procurando que el menor no se le acercara a su madre.

– Jungkook, ella es mi pareja y el será tu nuevo hermano mayor.– Dijo el hombre sin saber que el menor solo quería llorar en esos momentos, esperaba que no lo humillara ahí también.

– Ho-hola– Murmuró tímidamente sin saber que hacer en realidad, acababa de llegar del extranjero porque estaba visitando a su madre.

" Bien Jimin, pon de tu parte, a tu madre no le haría daño un poco de cariño por un chico menor a ti. También tendrás que acostumbrarte a  compartir habitación con el chico así que ponte las pilas." Pensó dejando de lado su idea de declararle guerra fría al menor, solo lo ignoraría todo lo que pudiera, no le haría daño.

– Hola pequeño, soy Naeun, y este chico de aquí es mi hijo, Park Jimin.– Saludó la señora que a los ojos del menor parecía linda y amable así que no dudó en acercarse y darle un abrazo de bienvenida.

El rubio se sentía que sobraba ahí así que se fue de la sala y decidió subir sus maletas sin antes darle un pequeño vistazo a la escena que se formó en la sala. Era lindo pero a el no le gustaba el cariño sino era de su madre, si, era un niño de mami pero no le importaba, siempre fue apegado a ella. Subió en silencio sus maletas hasta llegar a la puerta, la abrió y encendió las luces, su cama era la izquierda así que no se sorprendió al verla organizada.

Dejó las maletas a los pies de la cama en el piso y se quitó los zapatos para luego acostarse después de poner su teléfono a cargar, habían veces que le gustaba el silencio para meditar y habían veces en que le gustaba la compañía. Desafortunadamente no había ninguna persona en esa casa que el le gustara para que le hiciera compañía, no su madre, ella preguntaba que le pasaba cuando no le pasaba nada.

S e c r e t o ( Jikook) •  (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora