No Puedo Ser Tu Alfa |HyunIn|

8

Despertó totalmente sudado del cuerpo y rostro.

Había tenido un mal presentimiento, y él bien sabía que algo malo estaba por suceder cuando su lobo comenzó a llorar en su interior.

Lo sintió bajar la cabeza y quedarse ahí quieto, avergonzado de algo que HyunJin seguía desconociendo.

Estaba preocupado, sin embargo no le tomó importancia y se acomodó mejor en su cama para así retomar su sueño.

Qué equivocación el no haber hecho caso a sus instintos...

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—¿Cómo estás?

Sintió a JeongIn a un lado de él y luego sentarse en el pasto verde. 
Era la media noche y ambos estaban debajo de un enorme árbol en el profundo bosque que había cerca de sus casas.

Ya llevaban varias semanas viéndose a escondidas, pues el padre de JeongIn comenzaba a sospechar que estos dos tenían una relación amistosa y había amenazado a JeongIn con encerrarlo si es que se seguían viendo.

Así que cada día en las noches, ambos salían de sus casas e iban a su encuentro que para los dos era mágico.
Casi no intercambiaban palabras, simplemente se observaban o miraban las estrellas en un silencio reconfortante. No era necesario el diálogo entre ambos, ya que perfectamente se entendían.

—Mmm, bien... —guardó silencio por unos segundos mientras se acostaba en el pasto y agarraba con ambas manos la cintura de JeongIn para atraerlo hacia sí y acostarlo a un lado de él, abrazándolo. Desde el día en que durmieron juntos en la casa de HyunJin, el espacio personal ya no existía entre ellos —¿Y tú Innie? ¿Cómo has estado?

—No muy bien —susurró dejando escapar un gemido de dolor cuando la mano de HyunJin se posó en su pecho —papá me golpeó ayer por que le contesté que no me casaría con MinHo y que no tenía ningún derecho a comprometerme sin consultarme. Se enojó tanto que comenzó a golpearme el cuerpo, ya que si lo hacía en mi rostro se haría visible... Después se transformó en lobo y me mordió, diciendo que con eso me pondría en “mi lugar”. Jinnie, no sabes qué tanto odio que quiera hacer lo que dé su gana con mi vida. Es mi padre, no mi jefe.

Inevitablemente JeongIn había dejado salir unas lágrimas. Como odiaba llorar, él casi no lo hacía, pero desde que conoció a HyunJin se había hecho muy sensible. ¿Por qué? No lo sabía, y mucho menos lo que pasaba con su lobo cuando estaba junto a su vecino.

—Mierda Innie.. ¿Por qué no me dijiste? —la voz de HyunJin se había endurecido más y se volvió mucho más profunda. JeongIn al instante supo que HyunJin se había enojado —juro que en cualquier momento no volveré a tolerar una más de él y lo voy a matar... ¡Joder! Y es que no sé qué me pasa, cuando algo te sucede lo único que quiero hacer es protegerte. Y el sólo pensar que alguien te tocó haciéndote daño me hace querer matar a tal persona. No lo puedo evitar, y mi lobo tampoco.

HyunJin se frustró pasando sus manos por su rostro. Luego se quedó en silencio atrayendo más hacía él a JeongIn viendo los dos las hermosas estrellas en aquella noche helada, abrazados.

Estaban bien solos mirando el bonito cielo en un silencio cómodo, mismo que se vio interrumpido por un lamento un tanto fuerte, unas pisadas aceleradas y una voz gritando exaltado.

—¡Felix, bebé por favor escúchame!

JeongIn había reconocido esa voz al instante, pero no había hecho nada para salir a ayudar, ni tampoco HyunJin. De hecho, ambos se habían levantado de el pasto y se habían ido a esconderse detrás de un árbol. Sí, ambos son chismosos y no querían perderse aquella pelea que sabían estaba ocurriendo.