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—¡Yang JeongIn! ¡Baja en este mismo instante!

El nombrado pone los ojos en blanco, suelta un bufido y agarrando aire, grita.

—¡No, no voy a bajar! ¡Usted no me puede obligar!

Hace un sonido como de “Aish”, y luego va a la puerta de su habitación para cerrarla con seguro. Sabe que si en poco tiempo no lo hacía, su padre iría hacía él y lo sacaría a rastras para, seguramente hablar sobre lo sucedido en la mañana.

¿Qué culpa tiene él de que su padre quiera emparejarlo con cuanto Alfa encuentra? 
Sí, él es Omega, pero eso no quiere decir que quiera emparejarse con el primer Alfa que le ponían en frente. No, por supuesto que no, él tiene dignidad.

Además...
A él no le gusta ser Omega, y mucho menos quiere que un estúpido y descerebrado Alfa lo marque. Si por él fuera sería un Alfa, e incluso un Beta. Todo por no ser un estúpido, débil y sumiso Omega.

—¡Vamos a hablar! —escucha como el seguro de su puerta es quitado y entonces mira a su padre entrar a su habitación, totalmente rojo de la cara y con una gran vena marcándose en el cuello. Sus dientes comienzan a incrementar y JeongIn podría hasta jurar que en cualquier momento su padre pasaría de tener complexión de humano, a uno de lobo.

Tal vez estaría terriblemente asustado y sumiso con la actitud que su padre está teniendo, además por la voz que había usado al entrar a su habitación, de verdad que ahora estaría vergonzosamente arrodillado, sino fuera por que él no le teme a ningún Alfa y mucho menos le afecta que hablen con su voz de mando (o de Alfa) enfrente de él.

Como que nació inmune a los Alfas.

—Aish, ¿ahora qué, viejo? —Habló perezosamente, yéndose a su cama para así dar un brinco y acostarse en su cama.
Una de las ventajas de ser rico, es que su cama es enorme (ENORME) y muuuuy suave. Es muy alconchonada y eso le encanta.

Aunque, una de las desventajas de ser rico es por lo mismo que su padre y él están discutiendo: Como son tan reconocidos y afamados, su padre quiere casar a su hermoso Omega hijo para que así este tenga la herencia y pueda tener descendencia.

Sí, así de asqueroso. ¿Que acaso su padre no sabe que están en pleno siglo XXI y que los matrimonios arreglados ya no existen? O bueno, quizás sí siguen existiendo pero no en mayoría. Es casi nulo el porcentaje de los matrimonios arreglados.

—¿Como que ahora qué? ¡Es muy obvio! JeongIn, ya no puedes seguir haciendo lo mismo. Te lo he dicho un millón de veces.

—Sí puedo hacerlo.

Responde el hijo indiferente, y con cierto tono de obviedad en su voz.

—Tu estúpida actitud está haciendo quedar mal al apellido Yang. ¡¿Cómo es que haces creer a los Alfas, que tú también eres uno y que los quieres marcar?! Por Dios JeongIn, estás muy mal. ¡Entiéndelo, tú no eres Alfa! Eres solo un estúpido Omega que sólo sirve para traer crías y servir en la casa. Y quieras o no te voy a casar con un buen Alfa para que te embarace y así me traigas cachorros, y no me va a importar tus quejas u opiniones. De que te traigo a un Alfa para casarte, te lo traigo.

Y dicho esto, salió de la habitación de su hijo, azotando la puerta. 
Había dejado a JeongIn con la boca cerrada y los ojos llenos de lágrimas.

El hecho de que no le tema a los Alfas no quiere decir que las palabras de uno no le afectará. 
Después de todo ese Alfa es su padre, y por supuesto que las palabras que le había dicho le habían dolido. 
Mucho.

Con ira y con cierto sentimiento de humillación, JeongIn se levantó de su cama y acto seguido pateó con enorme fuerza la caja que utilizaba para guardar sus secretos.

Estaba muy humillado.

—Tan sólo quiero que entienda que no me quiero casar...

Había susurrado mientras se acercaba a la ventana que hay en su cuarto. 
Como su casa es de varios pisos y su cuarto está en uno de los últimos, la vista por la ventana se veía hermosa y a una gran altura.

Corrió la cortina y abrió la ventana, así sintiendo la fría brisa acariciar su rostro. 
Ya era de noche y las estrellas podían apreciarse a lo máximo.
La Luna está mucho más grande que otros días y es entonces en el que JeongIn se da cuenta que hay Luna llena y que no debe salir de casa. 
Es temporada de que los Alfas salgan a la caza y se emparejen con algún Omega, así marcando su destino hasta que alguno muera o haya alguna infidelidad.

JeongIn deja de observar atentamente y con adoración la Luna, sabe que si no aleja su mirada muy pronto sufriría el cambio involuntariamente.

Fija su mirada en la sombra de una persona. La mira atentamente y hasta que la silueta de la persona se hace visible, es cuando JeongIn sabe de quién se trata.

Hwang HyunJin, o mejor conocido como: “el mejor ejemplo de Omega”.

Un chico menor a él, que vive a un lado de su casa y que es un hermoso Omega. 
Suele llevar una sudadera color negra, con lentes de pasta gruesa y unos pantalonsillos de mezclilla rotos.

Su cabello lo tiende a llevar de color castaño, sin embargo ese año ha estado cambiándoselo un poco, quedándose con más tiempo de color rosa, el cual actualmente usa.

Todos los riquillos que viven cerca de la casa de JeongIn siempre se encuentran halagando al chico. Hablan tanto de él, acerca de su actitud sumisa y su rostro angelical, que incluso una vez JeongIn escuchó que lo querían como el Omega de alguno de sus hijos.

Si bien el chico parecía estudiar mucho, ser respetuoso y algo solitario, JeongIn sabía que escondía algo.

Y es que el lobo de JeongIn no podía evitar sentirse inquieto cuando lo veía pasar por enfrente de su casa.

Había algo que sin querer atraía a JeongIn y lo dejaba embobado viendo al chico.

Había algo que JeongIn sabía el chico escondía.

Y como JeongIn es taaaan curioso, él estudiaría e investigaría a su vecino y descubriría qué es aquello que lo hace ponerse inquieto al verlo.

JeongIn lo lograría.

Él lo descubriría.











Aquí está el primer capítulo de ésta hermosa adaptación.
Espero y les haya gustado tanto como a mí :3

No Puedo Ser Tu Alfa |HyunIn|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora