Makis De Angulo no había dormido nada en lo que quedaba de noche, a ella no le importaba un trasnoche si eso significaba poder estar ahí para cuando su mejor amiga de toda la vida despertara.
—Quizás deberías irte a dormir, tenemos habitaciones para la familia de los internos.
—Quiero estar aquí cuando despierte. — Makis se iba a negar a dormir bajo cualquier circunstancia.
—Es lindo lo que quieres hacer por ella, pero te aseguro que está en buenas manos; ahora, tu novia te necesita igual de fuerte cuando despierte, te necesita ahí para que le des fuerzas, porque la noticia que recibirá será dura. — Olga habló con desgano, la verdad es que no le gustaba usar la palabra novia.
—No, no so...— pero el cuerpo removiéndose en la cama había cortado de cuajo la conversación, ambas centraron la atención en la castaña que luchaba por abrir sus ojos.
—¡¿Qué le pasa?! — Preguntó Makis un poco desesperada, con el miedo vivo corriendo por sus venas, Olga, sin embargo, mantenía ese temple que solo podía tener una cirujana cardiotorácica, quien hacía lectura de los monitores y realizaba exámenes rápidos para comprender el alboroto que se hacía presente en la habitación.
—Está despertando.
Olga plasmó una sonrisa en su rostro y se preocupó de retirar el tubo que la ayudaba a respirar, obteniendo una profunda exhalación por parte de su hermosa paciente, viendo de inmediato como los hermosos ojos hacían presencia en la habitación, quizás un poco enrojecidos por la tos que la atacaba.
—Natalia, tranquila, necesito que me mires y que respires, te haré un examen rápido. — Le decía Olga intentando volver la atención de la castaña en su rostro, sonriéndole de la manera más dulce posible, de una manera que no acostumbraba con pacientes adultos, pero ahora, ahora su sonrisa migraba sola de entre sus labios.
—¿Cómo está ella? — Volvió a presionar Makis, viendo como la doctora solo hacía esos exámenes de rutina.
—Tranquila, ella está bien. — Olga recordó el diagnóstico que pesaba sobre los hombros de la castaña y de inmediato borró su sonrisa. — Necesito que ella se estabilice antes de que le demos la noticia sobre su diagnóstico; tu eres su única familiar, tienes que estar aquí con ella.
Digamos que Olga tenía esa necesidad de evitar un poco más el mirar la cara de esa chica al decirle que prácticamente estaba sentenciada a muerte por tener un una sangre que es altamente extraña, es por eso que lo evitó lo más posible, dándole horas de descanso a Natalia, dándole tiempo a la pelinegra que la preparara para la notica; cuando se lo dijo, la rubia quedó sorprendida, ella no había tenido ninguna reacción, simplemente miró por la ventana y sonrió; nadie debería reaccionar así cuando le dicen que puede a morir, menos si ese alguien tiene solo 25 año, para la rubia eso no era aceptable, fue por eso, que en lo que le quedaba de turno no volvió a pisar la habitación de Natalia Afanador.
El inicio de un nuevo turno también marcaba una nueva visita a la habitación de la castaña, después de todo, era su paciente y no podía hacer caso omiso a ella, así que cuando terminó las rondas de la tarde tomó su expediente y emprendió la marcha, pero no alcanzó a entrar, pues una acalorada discusión se desarrollaba dentro de la habitación.
—No entiendo porque me enseñas estas cosas, si tu siempre te haces cargo de esto, no es necesario que yo lo sepa. — Reclamaba la pelinegra a la castaña que ya estaba bastante fastidiada por la actitud de su mejor amiga.
—Tienes que comenzar a hacerte cargo Makis, esto ya no es algo que se puede discutir. — Respondió arrastrando las palabras, intentando que la rabia no la consumiera por completo, y así evitaba que esas odiosas maquinas hicieran ese odioso sonido una vez más.
ESTÁS LEYENDO
El Universo Se Hizo Para Tus Ojos - (Ventino) [Nalga]
FanfictionNatalia Afanador tiene una vida perfecta, una carrera, un buen trabajo, un departamento propio, todo lo que según ella le hacía feliz, hasta que su corazón no pudo más y simplemente se cansó de luchar; esa tarde llegó al Hospital de la Samaritana do...