☆Capítulo 16: Locuras por un CD. (TW)

2.4K 324 46
                                    

Enfermos Mentales. Capítulo 16: Locuras por un CD.

(Advertencia de contenido sensible: aborto, trastornos alimenticios)


Varios días habían pasado y los chicos no habían recibido ningún reto de OX. Pero sabían que no se había ido, pues los reportes de actitudes extrañas en los internos seguían haciéndose presentes. Al parecer ellos no eran su principal preocupación ahora.

Las investigaciones del asesinato del ex de Jennifer habían sido pausadas por un aparente homicidio en masa en un pueblo vecino, por lo que los chicos podrían relajarse y pensar en qué hacer por un poco más de tiempo.

Alex se había distanciado un poco después de la noticia de Sara. Aquella noche no le gritó, no le preguntó nada, solo salió y se dirigió en silencio a su habitación. Sheyla y Eli se quedaron toda la noche tratando de consolar a Sara y tratando de sacar información de todo lo que le pasó en los últimos meses, pero no obtuvieron nada.

Y lo único que había hecho relajar a Sara en los últimos días era la música de piano.

Elizabeth deslizaba sus dedos sobre el piano colocado en la sala, el que anteriormente pertenecía a su hermano. Tocaba con agilidad las teclas, creando una fina melodía que rebotaba en las 4 paredes de la sala de su casa. Una lágrima se deslizó por su mejilla a la vez que se giraba en su silla al acabar la canción que había aprendido de su hermano, esa que tantos recuerdos le traía; Canon de Johann Pachelbel.

Al darse vuelta, observó en el sillón como Sheyla abrazaba la cabeza de Sara, acariciándola, mientras la Sra. Evans terminaba su taza de café y la dejaba sobre la mesita frente a ella, con una gran sonrisa en su rostro.

—Lo haces igual que él —dijo su madre con nostalgia, ganándose la mirada se Sheyla y Sara—. Cuando tú hermano tocaba, era como una leve caricia que estremecía cada centímetro de tú cuerpo. Un sonido tan…limpio y suave. Te hacía sentir algo, te daba calma —recordó Eliza con la mirada fija en algún punto de la ventana. Centró sus ojos en su hija—. Tú logras eso, cariño.

—Gracias, mamá, pero sabes que no lo haría como profesión, como habría querido hacerlo Joey.

—Lo tuyo es el dibujo —comprendió su madre, ganándose un asentimiento de cabeza de parte de Eli—. Bueno, algo es algo. Cada uno de ustedes tiene diferentes formas de expresar sus emociones y hacer arte.

—Joey tocaba, Elena diseña, yo dibujo, y Jack...

—Sigue en búsqueda de su talento, pero así tenga uno o no, cada uno es especial a su manera para mí.

—Oh claro, nosotros tuvimos que esforzarnos para ser especiales y él es tu favorito solo por existir —bromeó Eli.

—Suena mejor como yo lo dije.

Elizabeth no resistió y se lanzó corriendo a los brazos de su madre mientras ambas reían. Sheyla y Sara sonreían conmovidas con la escena. Al separarse, Eliza tomó el rostro de Eli entre sus manos.

—Aunque no toques el piano como profesión, sería una excelente opción para concursar si te presentaras en el Young talents... —propuso Eliza a su hija.

—No —la sonrisa en el rostro de Elizabeth se borró inmediatamente, mientras se separaba de su madre.

—Eli…

—No lo haré mamá, sabes muy bien por qué —respondió dándose la vuelta y caminando a la ventana.

El Young talents era un concurso de talentos que se celebraba en el pueblo cada año donde jóvenes competían en busca de reconocimiento. Era el concurso al que Eli convenció a su hermano de participar. Al que él iría el día después de la tragedia, del accidente.

Enfermos Mentales: Edificio del terror. [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora