☆Capítulo 18: Jugar a ser Dios

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Enfermos Mentales. Capitulo 18: Jugando a ser Dios.


“…Y en otras noticias, el Internado de Enfermedades mentales en Maine sigue dando de que hablar. Tras 2 semanas de haber encontrado el cadáver a mitad de la fiesta de Halloween, aún no han dado noticias sobre la situación. Los padres de los internos se han presentado molestos alegando que este sitio no es el lugar seguro para los jóvenes enfermos que el decano tanto proclama, ya que no es la primera vez que ocurren este tipo de sucesos. Recordemos al principio del año cuando encontraron el cadáver de la Sra. Cooper, ex empleada del internado, y un aparente extraño comportamiento en los internos que ha surgido en los últimos meses.

¿Qué dicen ustedes? ¿Creen que ya hayan identificado el cadáver, pero la causa de muerte y la razón sean tan aterradoras que prefieren callar? ¿O simplemente no le ponen atención al caso? El decano no ha dicho nada al respecto, ¿Qué tan oscuro secreto guardará ese internado…?”

Eli apagó el televisor con el control remoto desde el cómodo sofá de la sala de juegos o salón de convivencia. Ese lugar donde la mayoría iba a hablar con sus amigos o ver televisión para no aburrirse. Era una sala bastante grande con varios sofás, televisores, estantes y juegos de mesa.

Todos en la sala al escuchar la noticia desde sus respectivos televisores miraban con odio en dirección a Eli y su grupo, incluido a Jenn que estaba con ellos. Desde que empezó todo lo de OX, nadie dejaba de mirarlos, pues creían que era Elizabeth quien estaba detrás de todo, pero no se atrevían a enfrentarla por miedo y solo se limitaban a seguir sus retos.

Eli miró al gran umbral de la entrada de la sala, donde una chica rubia leía tratando de disimular una pequeña nota azul. “Pide un batido y derrámalo sobre Matt” la chica internada por una enfermedad que le provocaba movimientos involuntarios, caminó lentamente hacia uno de los sillones, donde un chico llamado Matt leía también una pequeña nota azul. Cuando de repente sintió un líquido frío y espeso caer sobre él. La rubia lo había derramado sobre su camisa “accidentalmente”.

El fortachón, internado por problemas de ira, se levantó enfurecido, recordando la nota que acababa de leer: “Has un escándalo. Tranquilo, te ayudaré un poco”. La rubia se alejó rápidamente al ver como Matt tomaba un palo de billar y lo usaba para golpear el televisor a su lado, dejando la pantalla destrozada. Los guardias de la entrada corrieron hacia él, tomándolo de los hombros fuertemente y sacándolo de la sala.

—Esto no puede seguir así —susurró Sheyla entre dientes mirando la escena desde su puff al lado del sillón frente a la ventana, donde estaban sentados Eli, Sara, Erick y Alex. En el sillón de al lado estaban Jennifer Benjamín y James.

—Debemos detener a ese psicópata —agregó Erick.

—¿En serio? ¡Que buena idea! Por si no te habías dado cuenta, es lo que hemos estado tratando de hacer desde hace semanas —respondió Jenn con sarcasmo.

—¿Se puede ser tan insoportable? —susurró Elizabeth a Sheyla.

—¿Hemos? Disculpa, no sabía que arreglarte las uñas mientras nosotros trabajamos nos ayudaba a encontrar al imbécil —respondió Erick de malas.

—Te recuerdo, mechita, que no ayudo porque la señorita mandona no lo quiere. Ustedes son los que no me dejan demostrar que soy mas que una cara bonita —se defendió—. Además, al menos me doy mantenimiento. En serio, ¿Cuándo fue la ultima vez que te cortaste el pelo?

Jenn tenía razón, Erick no se había cortado el cabello desde que se descubrió lo de Elizabeth y se metió en las drogas, por lo que tenía su rubia cabellera ondulada bastante larga. Jennifer se inclinó hacia el frente sobre Erick para olerlo.

Enfermos Mentales: Edificio del terror. [Libro 2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora