Vuelta al pasado

Capítulo # 5

Al momento en que la molesta alarma de mi teléfono comenzó a sonar me sobresalte despertando de mi profundo sueño. Totalmente somnolienta empecé a palpar las blancas sábanas a mi alrededor en busca de aquel aparato para así silenciar su molesto e irritante sonido. Una vez que el silenció volvió a reinar en mis aposentos, me desperecé lentamente cual felino intentando despegar mi cuerpo de aquel mullido colchón. Necesitaba que mis neuronas comenzaran su labor cotidiana cosa que tardo tan solo unos segundos, haciendo que cayera a mi mente el recuerdo de mis visitantes de la noche anterior. El no ver a Sooni junto a mí no podía significar algo bueno, motivo por el cual abandoné mi cama cual rayo, preocupada por mi nueva sobrina y con serias intenciones de encontrarla a ella y a su padre. 

Cruzando el umbral en dirección a mi pequeña sala denote que ellos se habían marchado dejándome en  compañía de un muy vistoso y apetitoso desayuno. Una tierna sonrisa se dibujó en mi rostro frente a aquel dulce detalle y al sentarme para disfrutar del mismo, previo a alistarme para el trabajo, pude ver una pequeña nota que yacía junto a mi café.

Lamentamos habernos ido sin despedirnos pero la mamá de Sooni llamó diciendo que iba a pasar a buscarla y al verte durmiendo tan plácidamente no tuvimos más opción que levantar campamento sin avisarte. Gracias por tu ayuda y consejos, como te dije estoy en deuda con tu persona. Por último pero no menos importante el desayuno que ves sobre la mesa no fue obra nuestra tristemente, sino que de Hoseok. El se apareció a la puerta cuando estábamos por irnos, y lo dejó camino al trabajo. Bon appetit. Namjoon- 

Luego de leer aquellas lineas me sentí algo extrañada debido al gesto que Hoseok había tenido conmigo, no entendía el motivo por el cual él era tan amable, más aún cuando la persona que estaba en deuda con él y su familia era yo. A pesar de que los conocía desde la niñez me incomodaba un poco recibir tanta ayuda y atención sin siquiera haber tenido la oportunidad de agradecerles apropiadamente o devolverles el favor de alguna forma así sea tan solo con un gesto como una comida. Era muy consiente de que ni Hoseok, ni sus padres estaban esperando que les diera algo a cambio de su dulce trato conmigo pero de cierta forma me entristecía el sentirme en deuda.

Una vez ubicada tras aquella pantalla registradora, la cual reposaba sobre el mostrador de la cafetería, aguardaba por ese momento justo en que mi amigo y yo nos encontráramos solos como para poder indagar acerca del desayuno sin llegar a incomodarlo por la presencia de algún tercero. Las horas pasaban rápidamente y por alguna extraña razón no hubo un solo segundo durante el primer turno en que pudiera estar a solas con él, la clientela a diferencia de los otros días abundaba en grande haciendo que siquiera pudiéramos cruzar miradas sumado a que ese día de la semana en particular los proveedores hacían entrega de mercadería al local, con lo cual cada uno de nosotros se movía de un lado a otro buscando que todo saliera de la mejor forma, sin cometer errores.

Pasado el mediodía, mientras me encontraba haciendo el conteo de mercadería, la dulce señora Jung se acercó a mí palmeando mi espalda con una amable sonrisa sobre su cansado rostro. 

— Muchas gracias por todo tu labor el día de hoy, es maravilloso cuando el local esta así de concurrido, pero también soy consciente de que puede llegar a ser algo agotador. Y más aún cuando uno es nuevo e intenta amoldarse al entorno — mencionó con su calmo y característico tono de voz mientras que revisaba las anotaciones que tomaba en mi libreta sobre las unidades de café. 

Mi vista se desvió rápidamente de la hoja frente a mí posándose en la madre de mi amigo — Fue una mañana distinta a las que venía teniendo para ser honesta... — solté una leve risa guardando el lápiz que sostenía con mi diestra dentro de uno de los bolsillos de mi delantal — espero no haberla defraudado ya que intente dar lo mejor de mi en cada momento —