Capítulo # 2

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- No puedo creer que no me reconozcas...- rodee los ojos y suspire algo frustrada dándole un trago a mi cerveza.

- No se si es lo que consumimos hace un rato o lo que tomé pero es imposible que seas...- ambos volteamos llevando la vista hacia el lugar donde provenía aquella voz-...no puede ser verdad... ella no...- y finalmente escuche como mi nombre salía de los labios de aquel chico en forma de interrogación.

Un incómodo silencio se hizo presente en aquel lugar haciendo que ruido de las aguas del río y la música invadieran el lugar.

- Hasta que alguien cae... ya me estaban poniendo nervioso... gracias Hobi - dijo Jin alzando la cerveza que sostenía en sus manos a modo de brindis y tomó un sorbo rompiendo el silencio-

- No... no puede ser- llevo nuevamente la botella de Whisky a sus labios bebiendo un trago sin apartar sus ojos de mi.

- Si, si es...Yoon...¿Suga? - le sonreí algo tímida cuando inesperadamente unas manos se posaron sobre mis hombros obligándome a voltear.

- Por un segundo creí haberme vuelto loco pero... si sos vos - los brazos de Hoseok rodearon mi cintura dándome un estrecho abrazo que logró ruborizarme con facilidad.

- Yo... yo me mude hace nada y... y aquí estoy. Siempre quise volver a mi hogar - sonreí deshaciendo lentamente aquel abrazo y lleve mi mirada al resto - Es realmente grato verlos a todos otra vez.

- Bueno ahora que ya nos reencontramos todos... ¿se pueden sentar y dejar el drama? Realmente tengo ganas de tomar en paz - comentó a manera de broma para luego terminar su lata de cerveza y arrojarla lejos.

Suga, como al parecer ahora se hacía llamar asintió algo confundido para luego tomar nuevamente asiento, en tanto yo conseguí sentarme entre Hobi y Tae los cuales me habían hecho un lugar para que pudiera acomodarme.

En un principio me había sentido algo inhibida entre ellos, los cuales  hablaban tan sueltamente de sus vidas y se reían de chistes que claramente no entendía a causa de haber estado lejos por tanto tiempo, pero luego de varias cervezas y el correr de la noche todo parecía sentirse igual que antes. Me sentía muy feliz y agusto con ellos, tanto así que las horas parecían pasar como minutos entre anécdotas, alcohol, risas y algunos juegos tontos que habían propuesto algunos de los chicos. Era todo un hecho que mi idea de sentir a esta ciudad  como mi lugar en el mundo y a ellos como mi hogar estaba más que acertada, de no ser así cómo se explicaría que con tan solo saber quien era ellos me recibieran cálidamente como su hermana. 

Abruptamente de un segundo a otro pude verlo a Nam algo nervioso tras chequear su teléfono. Supuse que tal vez era algún mensaje de alguien intentando saber su paradero y si se encontraba bien pero, en lugar de quedarme con la curiosidad y seguír especulando decidí inquirir en ello.

- ¿Esta todo bien Nam? - pregunté haciendo que la risas cesaran y todas las miradas apuntaran a él.

- ¡No, no puede ser que ya sean las cuatro! - dijo sumamente alterado al ver su teléfono nuevamente - esto tiene que estar mal sino estoy en problemas -  dijo lamentándose para luego chocar la palma de su mano contra su frente.

Tomé mi teléfono cerciorándome que estuviera en lo correcto y asentí con un movimiento de mi cabeza - Técnicamente son las cuatro y cinco de la madrugada - giré mi móvil en dirección hacia él mostrando la hora que marcaba la pantalla y finalmente lo guarde.

 - Mañana no me va a levantar ni el armagedón para abrir el local, menos después de tantas cervezas - se puso de pie rápidamente, haciéndole un gesto a Jin para que lo siguiera y tomó su chaqueta - tenemos que irnos -

Vuelta al pasadoWhere stories live. Discover now