Capítulo # 9

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El asombro que experimente en ese momento fue tal que sentí que el tiempo había dejado de correr. Sus suaves y cálidos labios se adueñaban por completo de los míos mientras sus pulgares acariciaban dulcemente mi rostro. Por otro lado, en total contraste con él permanecí estática con ambas manos en sus brazos sin poder reaccionar. 

La voz de su madre llamando mi nombre fue la que puso fin a ese momento entre ambos, llevándonos nuevamente a la realidad. Bajé la cabeza algo avergonzada reposando mi frente en su hombro, solté un suspiro intentando recomponerme y hacer que aquel color sonrosado de mis mejillas se esfumara. Tras algunos segundos de completo silencio entre ambos decidí abandonar aquella habitación para acudir al llamado de la señora Jung. Cosa que hubiese sido mucho más sencilla de llevar a cabo de no ser por el agarre de Hoseok sobre mi antebrazo.

— Tu madre me esta esperando... — musité mirando su mano sobre mi algo avergonzada por lo que había acontecido en su habitación segundos atrás — ... no quiero preocuparla — lleve mi mano hacia la suya para zafarme de su agarre y mirando una última vez más sus ojos me escabullí por el pasillo camino a la cocina. 

— ¿Estas bien linda? ya había empezado a pensar que no te sentías bien — se acerco a mi observando mi rostro atentamente y con un aura maternal colocó la palma de su mano sobre mi cien repitiendo luego aquel acto en mi mejilla — Creí que habías levantado temperatura, te ves algo sonrosada y abrumada ¿Por qué mejor no tomas asiento y te sirvo un poco de té? — dijo con una expresión dulce capaz de transmitirme cierta calma, aunque en ese momento estaba lejos de sentirla.

— Estoy bien... no tiene de que preocuparse creo que solo necesito descansar un poco, estoy un poco cansada eso es todo — sonreí amable llevando ambas manos a mis mejillas y bajé la mirada al recordar las manos de Hoseok sobre mi rostro — No quiero que piense que desprecio su oferta ni mucho menos señora pero creo que debería retirarme para descansar — Dí unos  pasos hacia atrás sin apartar mi vista hacia ella y torpemente choque con algo solido que podría jurar que segundos atrás no se encontraba en aquella cocina. Unas manos tomaron mis brazos por detrás y al mirar por encima de mi hombro pude notar que se trataba de mi inoportuno amigo... si es que podía seguir llamándolo de aquella forma. Fruncí el ceno y rápidamente aparto sus manos de mi. 

— ¡Hijo! Que bueno verte bien, tenes nuevamente color en el rostro — tomó la tetera que yacía sobre la mesada y repartió en tres tazas distintas la misma cantidad de té — Parece que se turnan para sentirse mal ustedes — bromeo inocentemente tomando dos de las tazas y acercándolas a ambos. Tome una sin muchas ganas y me aparté de Hoseok yendo a acomodarme en una de las sillas de la cocina. 

— Escuche ruido en la cocina y decidí venir a ver si necesitabas ayuda, gracias por el té mamá — Agradeció dando un sorbo al mismo y se acercó a ver todas las cajas con mercadería que habíamos traído de la cafetería — Lamento no haber estado para ayudarte con todo esto, tendrías que haber dejado todo allá así yo pasaba por la noche a buscarlo en vez de hacer un esfuerzo innecesario —

— Hubiese sido difícil traer todo sola, pero como no fue ese el caso no tenes de que preocuparte, tuve la ayuda que necesitaba — me señaló mientras tomaba asiento en la silla frente a mi — Es por eso que tu amiga está acá —

Sonreí de lado sin emitir palabra alguna, me sentía incomoda en medio de esa situación y sentía que no tenía absolutamente nada que acotar. Mi único anhelo en ese momento era poder esfumarme de allí y aparecer mágicamente en mi solitaria casa. 

— Lamento haberte dejado atender la cafetería sola, también lamento haberte hecho venir hasta acá cargada de cosas por mi ausencia — mencionó dejando la taza a un lado para luego acercarse a la mesa en donde nos encontrábamos ambas.

Vuelta al pasadoWhere stories live. Discover now