27/mayo/2019

12 2 0
                                    

A pesar que tomaba tus manos, aquellas seguían congeladas como sí el frío te tomara.

Pensaba que era importante pero al final terminamos como extraños.

Tu voz se hacía tan lejana

Y cada vez me sentía más ajena,

Yo me había perdido de tus brazos y tu solo me cambiaste como si fuera basura,

Me ilusioné tanto y me perdí como un perro,

Cayendo en tus encantos,

Pero al mismo tiempo huyendo de ellos.

El sendero formado era incierto,
Tal vez terminaría en un desierto,
Mi rostro te miraría anonado.
¿Cómo es posible que de un demonio me haya enamorado?
Las cosas eran confusas y estoy jodida en un mundo infernal, cuando escribía en mi diario el dolor que sufría a menudo por su corazón insulso.
Cuando sonreía mis manos se rompían, los ojos lloraban y mi rostro se quebrantaba,
Aquella vez que te miré dolida con el corazón palpitando en mi mano,
Tu rostro enfadado solo gritó "Ya no te amo".

Poesías perdidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora