Quiero decirte que Te Amo

Otro maldito secreto

Hey... he vuelto jaja
Antes que nada, quiero dar una disculpa por descuidarlos por tanto tiempo (JODER, 5 AÑOS, EN SERIO LO SIENTO 😞), tuve un súper bloqueo y tuve compromisos académicos. Realmente no vaya a tiempo para seguir esta historia.
Por ello decidí hacer un maratón para compensarles y de paso agradecerles el seguir esta fic, hay gente que me ha pedido seguirla, ya que al parecer les gustó mucho (y yo aquí pensando que es una kk :'v )
En fin, solo quiero decir, gracias por el apoyo y sin más los dejo con el cap ;)

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Poppe:

Si hace unos años me hubieran dicho que me enamoraría de mi mejor amigo, por no decir el único, le habría lanzado una bomba a esa persona por hacerme una broma de tan mal gusto, pero ahora...

No dejaba de darle vueltas a esas comparaciones del antes y después; todo ello mientras aspiraba el olor de su pecho, abrazado a él. Y pensar que esto antes me molestaba, ahora lo disfruto porque aprendí a ver el lado bueno. Me ayudó a abandonar la idea de que no tendría a nadie.

Me permití el soñar con una vida en compañía de alguien con quien ser yo mismo y ser querido por ello. Fantasías que esperaba se cumplieran en un futuro, pero por ahora me conformaba con mirar su rostro durmiente... bueno, máscara... ¡algún día le quitaré esa cosa!

Seguí viéndolo dormir mientras me dejaba consentir por la calidez de sus brazos alrededor de mi cuerpo. Hasta que comenzó a despertar, abrió lentamente sus ojos para dar unos parpadeos rápidos y mirarme.

- Buenos días, dormilón - dije con una sonrisa. - Buenos días... - respondió devolviendo el gesto para después darme un beso en la frente, aún no me acostumbro a estas muestras de afecto pero me gustan - Dormiste bien? - dijo mirándome con dulzura - Si y tú? -

- De maravilla...

Sentí como mis mejillas ardían ante ese comentario y por su cara da a entender que soy de esas personas que se sonrojan cuando les dicen algo lindo, eso es molesto.

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Narradora:

- Hagamos el desayuno hoy... - dijo el pelimorado levantándose de la cama - Si, buena idea - respondió el rubio imitando al más alto.

Ambos caminaron a la cocina tomados de la mano y jugueteando como el par de enamorados que eran, una vez llegaron a su destino comenzaron con los preparativos de la comida, habían optado por hot cakes y huevos revueltos.

Comenzaron por los hot cakes, siendo estos los desencadenantes de una guerra de harina que terminó en besos endulzados por jarabe de maple sellando así una tregua temporal entre los amantes.

Continuaron con la preparación de los huevos, siguiendo la receta especial de Papi para que estos quedaran esponjosos y de sabor suave al paladar, complementando su obra maestra con jugo de naranja y una jarra de leche para quien gustara. Y como si estuvieran bajo un estricto itinerario, después de poner la mesa los demás habitantes del circo hicieron su aparición.

- Wow, se dignaron a hacer algo... además de hacer travesuras - dijo la pequeña Marifa con una ligera risa al notar lo sucios que estaban los dos chicos - Ugh, calla enana - dijo el rubio sintiendo sus mejillas nuevamente arder mientras se quitaba un poco la harina que tenía en la cara.

Al final del desayuno, todos se fueron por su lado. Un lunes por la mañana, eso significaba trabajo y mucho, pues el invierno estaba cerca y no había tiempo que perder. Tanto el staff del circo como los artistas y criaturas que vivían aquí, contribuían a los arreglos que garantizarían la estabilidad del circo a la fría temporada.