El comedor se encontraba lleno, algo que extrañaba a Harry, ya que después de la guerra no creía que muchos padres quisieran mandar de regreso a sus hijos a Hogwarts.
Todos platicaba alegremente, amigos que se extrañaban y gente que se acababan de conocer, el ambiente era alegre a su alrededor, pero no sentía la necesidad de meterse en el.En silencio se encontraba escuchando las charlas entre sus amigos, empezó a servirse un poco de lo que esa noche seria su cena. Unos simples panes tostados con un poco de fruta.
Listo para comenzar a comer levanto su vista hacia enfrente, topándose con un Draco Malfoy decaído. Por un momento algo se removió en su interior al ver en lo que se había convertido el chico que años atrás andaba con la frente en alto y una mueca de superioridad en su rostro.Rápidamente se reprendió de sus pensamientos y pensó que esa escena, como los gestos de Draco eran normales, porque aunque él y su madre se habían salvado de Azkaban, Lucius no corrió con su misma suerte, ahorita posiblemente estaba prisionero esperando su condena, el beso del dementor. Pero aun sin quitarle la vista de encima, rápidamente su mirada se dirigió hacia su plato, el cual contenía unas cuantas fresas y a su lado un pequeño vaso con jugo.
Nuevamente tuvo que llamarse la atención, pudiéndose ignorar a Draco, no estaba haciendo nada malo y quizás como él, esa noche el apetito ni era mucho, así que restandole importancia al tema, se decidió en volver a su comida, empezando a darle unas cuantas mordidas al pan, comía escuchando como Ron contaba el momento en el que él y Hermione se besaron, una leve sonrisa se formó en su rostro al imaginarlo, a la vez que varios soltaban leves ricillas de ternura, eso lo hizo viajar hacia el recuerdo de su beso con Ginny.
En su lugar, Draco sentía una mirada sobre él, sabía de quien se trataba, Potter. Seguramente se encontraba analizandolo, señalandolo y cuestionandolo. Tampoco se sorprendería que junto sus amigos, se burlaran de él y su apariencia, señalando cada uno de los defectos físicos que poseía y como antes de clases se había vuelto horrible.
Apreto su mano queriendo distraerse para no romperse. Es lo que más se merecía, críticas y señalamiento, era una mierda por dentro y por fuera después de todo.
Frustrado de la situación, introdujo en su boca las pocas fresas frente a él, mordiendolas rápidamente para tragar.
Habiendo sentido que pasaron por su garganta se levantó de su lugar dispuesto a desaparecer de ese ambiente horrible.Harry al haber terminado el primer pan tostado y la mitad del segundo, con curiosidad dirigió su vista nuevamente hacia Draco, pero se llevo una leve decepción al notar que este ya no se encontraba en su lugar y su plato resaltaba al estar completamente vació. Se le hacía extraño que alguien terminará tan rápido y que así como acababa se marchará, esperaba que quizás se quedara con sus amigos, pero estos parecían no notar su ausencia.
Negando levemente hacia si mismo, trato de concentrarse en terminar sus alimentos.Se encontraba viéndose frente al espejo del baño del primer piso, su mirada viajaba desde sus clavículas hasta su cadera. Aunque realmente su vista trastornada le hacía creer que sus clavículas empezaban a desaparecer por culpa de la grasa. Con cierto temblor en sus manos emprendió marcha para desabrochar uno por uno los botones de su camisa y a la vez que la desfajaba.
Con cada boton saliente sentía como sus lagrimas golpeaban, mientras que en su cabeza las voces reían fuertemente en burla por ser tan asqueroso, como se atrevía siquiera a desvestirse en ese lugar.
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La culpa se suelta, no se vomita.
Fanfiction⍣ ೋ Draco no podía dejar de mirarse al espejo, todo su cuerpo clamaba por comida y su mente gritaba por vomitarla. Oh, querido Draco, te quieres deshacer de la comida o es la culpa la que quieres purgar? ¿Haz querido cargar con el peso de tu bando...