⍣ ೋ Draco no podía dejar de mirarse al espejo, todo su cuerpo clamaba por comida y su mente gritaba por vomitarla. Oh, querido Draco, te quieres deshacer de la comida o es la culpa la que quieres purgar?
¿Haz querido cargar con el peso de tu bando...
Las semanas pasaban y Harry solo podía ver como Draco cada día adelgazaba muchísimo más, no sabía si eso era posible y creyendo que era una mala jugada de su lastimada vista, llego a preguntarle a Hermione y Ginny si no se les hacía que físicamente Malfoy había cambiado. Pues aunque a su amiga y novia no les agradara el Slytherin, jamás le mentirían sobre una situación así. Las chicas habían notado el raro accionar del joven de lentes hacia su compañero, pero por nervios evitaban tocar el tema lo más posible, creían que ignorandolo y dándole respuestas cortas él pasaría de largo.
La forma de responder de sus compañeras de casa solo hacia sentir incomodo al moreno, ya que parecía que a nadie le importaba y la parte de él aferrada a sus amigos, sabía que no debían porque preocuparse por Draco, él no había hecho nada para merecer dicha preocupación; pero también se combinaba con el enojo de como los amigos de Draco lo trataban como siempre, como si no pudieran ver que el chico engreído, orgulloso y saludable que fue su amigo, se consumía así mismo conforme avanzaba el tiempo.
Pero aun viendo la situación le asustaba seguirlo después de cada comida, algo le decía que la razón de su extrema caída de peso estaba detrás de cada salida apresurada del comedor, resignado solo lo observaba con demasiada preocupación.
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Era la hora de la cena, nuevamente Harry tenía posicionada su vista en la figura de Draco como en sus alimentos. Con cuidado puso en su plato diversos alimentos, mientras que Draco como todos los días agarraba una pequeña porción de fruta, cosa que molestaba a Harry. Sin disimulo alguno le observaba llevar con manos temblorosas pequeños trozos del plato hacia su boca. ¿Miedo? Draco Malfoy tenía miedo de ingerir la comida o eso parecía. Durante segundos se dio la misma escena, hasta que llego a la mitad de su plato, el cual abandono aun con poca comida en el, para después salir a toda prisa del gran comedor. Al verlo, un gran nerviosismo se apodero de su cuerpo, haciéndole empezar a picar y cortar su comida en pequeños trozos, no sabía que hacer.
En su mente se llevaba acabo la gran pelea que nunca hubiera tenido, sentía algo en su interior que le exigía levantarse de su lugar e ir tras Draco, esta idea solo era reforzada por el miedo que le causaba como drásticamente podría acabar la vida de Draco. Pero sin dejar de dar batalla, otra parte le decía que solo podría empeorar la situación, que el Slytherin jamás había sido alguien que necesitara ayuda, menos de su archie enemigo y eso, solo le haría enojar, haciéndolo alejarse de la búsqueda de ayuda. Por fuera no notaba las miradas de sus amigos y su novia, las chicas sabían a que se debía el estado de Harry, pero no esperaban que pudiera escalar hasta cederle el permiso a la preocupación de moverle.
—Ve tras él, ya. Picotear tu comida no lo ayudará.– Hablo la menor de los Weasley, con cierto tono de orden, tristeza y cansancio en su voz.
—¿Cómo? No se que que te refieres, Ginny.– Espeto el moreno mientras la sonreía nervioso.
—¿Malfoy? ¿Draco Malfoy? A quien no le quitas la vista de encima desde el primer día, solo torturandote desde la distancia sin hacer algo.– Respondió ahora de la forma más calmada posible.