I N T R O D U C C I Ó N

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— Entonces, Sivana hizo qué? — Clark alzó la ceja mientras se hacía recordar cada palabra del chico.

— Hizo una máquina medio rara que me hizo esto — señaló su cuerpo.

— Estas entrando en pubertad, no es así?

— Oh por todos los cielos, Clark! Ya tengo dieciséis, casi diecisiete. Ya pase la pubertad y adolescencia.

— Teóricamente la adolescencia termina a los dieciocho — Superman rasco su barbilla —. Yo no veo nada malo en ti, seguro que Sivana te hizo algo?

— Recapitulemos una vez más — Billy suspiró —. Sivana hizo una máquina de nombre muuuuy raro que olvide pero hizo un click sobre mi cuando iba a decir la palabra y ahora no puedo.

— No puedes ser Shazam?

— ¡Bingo! Un aplauso para Clark Kent! — sonrió ampliamente —. ¡Shazam!

Cerró los ojos esperando aquel rayo pero no llegó. Clark frunció el ceño y cruzó los brazos.

— No tiene sentido todo esto.

— Demonios lo se! — suspiró sentándose en el suelo —. Fue raro venir hasta acá sin el grandulón — bufo —, no solo agradezco a Flash si no también a Batman.

— Debemos ir con Sivana lo antes posible.

— Puede que esté usando algún tipo de magia — la voz de Batman hizo aparición haciendo que los dos presentes lo miraran.

— Señor Batman — Billy sonrió de lado.

— Magia oscura? — preguntó algo obvio el héroe de Metrópolis.

— Y tenemos el indicado, sólo que-

— Quién es el indicado? — Billy lo interrumpió acercándose a él —. ¿Quién? ¿Quién es? Dime el nombre.

— Billy calma — sonrió Superman.

— Oh no, no me digas que me calme porque tú si puedes utilizar tus poderes mientras yo no — alzó sus manos y con los dedos comenzó a imaginar que sacaba sus rayos —. ¿Rayos? ¿Rayos de mis manos?

— John Constantine.

— ¿Quién?

— Oh no, Bruce él no.

— Es el único que podría ayudarle a alguien como Billy — contestó Wayne mirándolos sin ninguna expresión en su rostro.

— Dónde se encuentra?

— Pues — Clark carraspeó —, tiene muchos lugares en los cuales puede encontrarse pero-

— Ten — Batman le dio un papel quién Billy lo tomó —, ve a esa dirección. Lo busqué en lo que tú le decías todo lo sucedido a Clark.

Billy sonrió. «Te abrazaría diciendo que te amo pero...» miró a Clark y mordió su labio «No puedo»











— Es horrible usar mis piernas — agregó mientras caminaba, ya había bajado de la estación de Gotham en aquel rumbo un poco lejano de la ciudad.

«Regla de oro: No pensar que Batman te llevaría» resopló mientras se quedaba parado en una esquina sobando sus pies.

Aquí Hero Manager cambió.

Billy bufo y sacó de su bolsillo aquel Walkie-talkie que su hermano le dio.

— Aquí Billy.

Oh hermano! — Freddy resopló —. Habíamos quedado con nombres claves.

Shazam: Un rayo en el infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora