Shazam: Un rayo en el infierno

U N O

— Bien, qué es lo que quieres? — preguntó al sentarse en aquel sillón viejo.

El menor se sentó en el que estaba al frente de este, cruzó sus dedos nervioso y mordió su labio antes de hablar.

— Y-Yo, quería venir a pedir su ayuda.

— ¿Mi ayuda? — el pelinegro alzó su ceja frunciéndola.

— Si — asintió —. Esto es muy adelantado pero...yo soy Shazam.

— Así que tú eres el nuevo del que Zatanna habla, eh — lo miraba sin alguna expresión, haciendo que el menor se sintiera intimidado.

— Zatanna es una compañera, si. Es genial. Pero espero que hable bien de mi, yo hablo bien de ella y-

— Un chico de unos...catorce con un cuerpo de un héroe como Superman.

— Oiga no soy Superman y no tengo cato-

—Menos yo.

— Yo sólo necesito su-

— No necesitas de mi ayuda, ni yo necesito ayudarte — prendió un cigarrillo —. Te he dicho lo mucho que me gusta ayudar? No, no lo he dicho, sabes por qué? — el menor negó —. Porque no me gusta.

Billy se quedó en silencio, sólo lo miraba.

«Entonces plan B, no B de Batman, si no el plan B que hemos acordado Batson» asintió a lo que se decía.

— Eso es un "no"? — preguntó haciendo ojos de cachorro, mirándolo con toda la tristeza que le era posible hacer.

En el rostro de Constantine pudo verse como sus labios se encorvaban un poco, casi como una falsa sonrisa.

— Eso es un no.

— Pero siempre funciona! — se levantó cruzándose de brazos —. Míreme bien, míreme! — y seguía con aquella mirada.

— Ya lo hice y no me convences totalmente — contestó mientras seguía fumando de su cigarrillo.

— Pero necesito mis poderes! — agregó suspirando —. No puedo ser "Shazam" sin el grandulón que me ayuda.

— Debiste cuidar bien tus poderes entregados — agregó el pelinegro sin darle importancia aún.

— Si no me dices no me doy cuenta — gruño el menor —. Si tan sólo estuviera el Mago Shazam...— susurró para sí mismo.

John lo miraba.

Vio cada facción del chico, desde aquellos ojos de cachorro hasta sus pies. E incluso miraba cómo se hablaba a sí mismo diciéndose no se que tanto o como si tuviera un amigo imaginario (lo cual le dio risa internamente).

— Dame una razón.

— ¿Eh?

— Eres sordo o qué? Dame una razón para ayudarte, y si es demasiado buena, te ayudaré.

— B-Bueno...deme unos minutos! Debo decir algo bueno.

— Un minuto y está corriendo ahora mismo.

— Pues que no se le haga tarde — el castaño comenzó a reír pero al ver que el mayor seguía en la misma posición, decidió callarse.

— Tú minuto se va a acabar.

El menor pensaba, daba vueltas pensando que palabras podría decir correctamente. Lo que lleva de minutos conociendo a John Constantine, puede decir que es alguien demasiado malvado.

— Terminó. Dime la razón, ahora.

Billy suspiró:— Necesito su ayuda porque...porque necesito ser Shazam, ayudar a la gente de Fawcett City, al mundo incluso, pertenecer a la Liga es algo que me gusta y no quiero perderlo y-

— No.

— ¿Qué?

— Mi respuesta es "no", niño mimado que no sabe sus responsabilidades de ser alguien en esta vida.

El ojiverde cerró los puños, apenas comenzaba a hablar y se hizo el digno de cerrarle la boca con su simple "no".

— Pues sabes que? Al demonio! Se que sin Shazam puedo ser un chico normal con una vida normal y todo lo que sea normal incluso la comida! Pero no quiero nada de eso! — el pelinegro iba a interrumpirlo pero Billy no le dio oportunidad —. Me gusta la vida que llevo con Shazam desde que el mago me hizo responsable de todo! Me gusta patear traseros como ellos también me lo patean pero todo se acabo por estar jugando. Pero puedo con esto. Iré directamente con Sivana para patearle el trasero y hacer que me regrese a Shazam! Y checa lo mejor — sonrió casi riendo —. ¡Sin tu ayuda!

Billy tomó su mochila que había dejado en el sillón, y se iba a retirar.

Pero al abrir la puerta, la mano de John la cerró de nuevo.

— Hasta que dices algo bueno — bufo y tiro su cigarrillo al suelo aplastándolo —. Deja que esa boca tuya hable sin pensar.

— ¿Qué?

— Comienza a decirme que es lo qué pasó contigo Niño — el pelinegro comenzó a caminar a la sala.

— Piensas que...— el menor lo miró —. Piensas que con lo que me dijiste, todavía voy a querer tu ayuda?

Constantine se sentó:— Si.

— Pues tienes razón — se acerco de nuevo ahí sentándose a su frente —. Recapitulemos, Sivana me atrapo y me dio choques eléctricos, lo cual es raro porque manejo los rayos, pero este si me dolió. Entonces al decir "Shazam" no pasa nada. Nada!

— Muy buena recapitulación — asintió y sacó otro cigarrillo —. Ese sujeto usa magia?

— No — hizo una mueca —. Antes tuvo ayuda de los Siete Pecados, pero ahora está solo. No creo que tenga ayuda de alguien.

— Excelente. Deberíamos ir con él.

— Con Sivana?

— Ajá, pero antes necesito que me ayudes a algunas cosas.

— ¿A qué cosas?

— Viste lo que casi te iba a matar, cierto? — el menor asintió despacio —. Son demonios. Vienen del infierno, así como siempre han sido relatados — miró su cigarrillo —. Necesito que tú...seas como la carnada.

— ¡¿Carnada?! Le quiero recordar que no tengo poderes!

— Por eso — sonrió de lado el pelinegro —. Un chico normal, comiendo comida normal, cierto?

— Pero...cuántos días?

— No los suficientes, y en lo mientras, podré ver que es lo que te está pasando. No pueden quitarte tus poderes de la nada. Tal vez están estancados.

— ¿Estancados?

— Si — asintió —. Entonces, a todo esto, estas dispuesto a ser devorado por demonios?

Suspiró y asintió:— Claro, por qué no.

El pelinegro asintió:— Excelente.

— Ahora dígame señor Constantine, seremos algo así como Batman y Robin?

John lo miró incrédulo y rodó los ojos.

— Deja tus niñerías a un lado. Tengo que enseñarte cómo al menos puedes evitar que un demonio pueda tomarte.

— To-Tomarme? — preguntó con un ligero sonrojo.

— Hormonas de adolescentes — negó apagando el cigarro —. Ellos pueden tomar tu cuerpo, comer tu alma, dejarte en el infierno donde todos sufren — Billy trago saliva —. Alguna duda más?

— Así estoy bien.

— Empecemos.

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Muuuuuuy tarde, pero he tenido tiempo apenas de seguir con esto y ver cómo avanzaba ^^

Cuídense mucho, z4 <3