Fly With Me

El Ave.

Capitulo 2

Me desperté mirando hacia el cielo con gran dolor en mi pecho, me sentía algo mareada y no entendía porque estaba tirada en ese callejón cerrado. Todavía me dolía, sentía algo que ardía en mí tanto que comencé a arquear mi espalda y a gritar. Pero nadie me escuchaba. No pare de retorcerme en el piso hasta llorar. De la desesperación me arranque la remera y note algo extraño en mi tórax. Me arrastre hasta la pared entre bolsas de basura mientras gemía del dolor, no sentía mis piernas ni ninguna parte de mi cuerpo, estaba destruida por dentro y por fuera. Lo único que recordaba era una caída sin fin y unas bellas alas de un ave blanca, su rostro era hermoso pero arrepentido, de repente sentí ese dolor en mi…gire mi cabeza hacia abajo y vi una cicatriz que parecía un tatuaje en blanco profundo. Me asuste al verla ya que no recordaba haberme tatuado, cuando volví a ver tuve una visión, todo mi alrededor se volvió nublado y oscuro y solo me veía a mi tirada en el piso, en el mismo lugar donde estaba tirada hace unos minutos..

_¿Era yo?...-que me había pasado pensé.

         De pronto vi esas alas…ese rostro, era aquella ave, estaba ahí sobre mi pecho tratando de levantarse, pero una luz surgió de su boca y un grito salió de ella hasta traspasar mi cuerpo y quedar grabado en mí… ¿mi pecho?. Refregué mis ojos porque todo se volvía muy confuso, todo estaba pasando demasiado rápido pero retome a la visión para ver que sucedía. La misma luz que había entrado en mi pecho salió dejando en mi aquel animal y haciendo de esa luz a un joven, tenia pelo marrón con rulos perfectamente ubicados, estaba completamente desnudo pero no desee ver más que su contempladlo rostro blanco. Tenía ojos miel y mirada profunda. Este se agacho y me bajo las mangas de mi remera apoyando sus manos sobre mi pecho. De repente una luz cálida volvió a traspasarme levantando un poco mi espalda del piso luego desapareció como si nada y mis pulmones comenzaban a respirar otra vez…

De la nada todo volvió a la normalidad, la visión había terminado y pude recordar que me había pasado. Todo sucedió por un tropiezo, un ave y una caída.

         Volví a mirar mi cicatriz y terminar de contemplarla. Se trataba de unas alas blancas estiradas sobre la parte superior de mis senos y el cuerpo y cola se estiraban por la caída de estos hasta llegar a la mitad de mi panza. Su rostro era hermoso, femenino y detallista tenía una gema entre medio de sus ojos profundos. La verdad que lo primero que pensé fue, “ese tatuaje ni en sueños me lo hubiera hecho”.

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Llegue a mi departamento casi a rastras y llame a la ambulancia, fingí que me encerraron en un callejón y me golpearon para robarme una cartera nueva que recién me había comprado…poco creíble pero eso basto para los médicos, ahora tendría que lidiar con mis padres y sus preguntas, más que nada con esa frase tan gastada: “_Anto te conocemos” y me clavan esa mirada que me penetra hasta el cerebro.

Estuve en reposo en mi casa con un yeso en el pie por esguince y en mi muñeca con lo mismo mas un desgarro. Casi todo mi cuerpo estaba asquerosamente lastimado. Y lo único que deseaba era esa taza de café que no me pude terminar por ese pajarraco que me dejo con la bronca y para colmo me tenía que tragar esta cosa que tenía en mi pecho y los constantes sueños que tuve durante mi semana de reposo con aquel chico sexi... Todo era una tortura pero lo peor de todo es que si eso que vi en mi visión era real no pararía hasta encontrarlo.

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