Fly With Me

Sorpresa.

 Capitulo 7:

                   Llegue a mi casa con una sonrisa de dos metros, parecía el gato de Alicia, mi madre me felicito al ver que aprobé la prueba pero me dijo que la nota era algo baja, aun así me planto un beso en la frente. Luego me trato de vaga, es raro, pero mi mama tiene esas actitudes cambiantes de las que ya me acostumbre.

         Esa noche íbamos a festejar en mi casa, mi ingreso a la facultad. A mi padre no lo veía desde el mes pasado y me hacía falta verlo. Como tampoco soy hija única vinieron mis hermanos, Loren y Tomas. Los extrañaba muchísimo.

         Comimos empanadas hechas por mi madre y hablamos de la vida, disfrute de risas y chistes malos de mi padre. Éramos una familia unida, espero que siempre sea así.

         Una vez finalizada la cena familiar me despedí de ellos acompañándolos a la salida pero mi hermana quiso quedarse. La idea me fascinó, siempre nos mantuvimos en contacto y nuestra hermandad en hermosa así que acepte la propuesta y subimos devuelta a mi departamento.

_Ame tu departamento, es algo moderno pero no pierde ese tono Connor.- dijo entre risas.

_Si a mí también me gusta.-dije sonriendo.

_Entonces… como va tu vida con… ¿Cómo se llamaba? Em…déjame recordar… ¿Luck?-dije haciéndome la chistosa.

         Loren comenzó a reírse.

_Perfecto ya llevamos 7 meses juntos y no me trajo ninguna sorpresa rara. El no tiene idea de lo que sería capaz si lo encuentro con otra, por suerte el no es así.- dijo segura.

         De repente se escucha que tocan la puerta. Loren y yo nos miramos confusas porque que yo recuerde no había invitado a nadie y mis padres no se habían olvidado nada en mi casa. Me asome a ver por la perilla de la puerta y vi a un chico con chupines negros y camisa blanca, no pude verle bien la cara ya que solo veía su cuerpo…me resultaba familiar así que abrí. Era Bryan que estaba apoyado en la pared del pasillo frete a mí, mis ojos se abrieron como platos o peor como huevos, el se rio pero yo cerré la puerta de golpe dejándolo afuera, nadie podría saber de él y menos mi hermana. Se pondría pesada y me molestaría día y noche si llegara a conocerlo. Me apoye contra la puerta y mi hermana me miraba con una cara de: ¿Quién carajo era ese chico sexy de afuera?, lo único que pude decir fue “equivocado”, lo que me contradijo totalmente mi “equivocado” por un “me conoces” que provenía del otro lado de la puerta…

_ ¿Enserio?- dijo mi hermana algo enojada.

_No me estarás ocultando algo ¿no? ¡A ver! Déjame ver quién es, ¡córrete nena! – me chillaba intentando sacarme de la puerta.

_No, solo…no déjame, ¡no!- dije prohibiéndole el paso pero ella me tironeo de la puerta y la abrió.

         Las dos estábamos despeinadas y Loren con una sonrisa cansada dijo _Hola, ¿tú eres…? Rápidamente note que tenía una pizza en la mano ¿Qué hacía con una piza?

_Es… ¡EL PIZZERO! ¡Sí, eso!-dije rascándome la cabeza de los nervios.

         Bryan me miro confuso.

_Sí, soy el pizzero…creo.-dijo Bryan.

_Pero… ¿no era que no habías pedido pizza?- dijo Loren levantándome una ceja.

_Si, que tonta, como no me acorde, el siempre trae las pizzas tarde. Debería cambiar de pizzería. Ahora vete con tu pizza y no vuelvas.-le dije con una mirada penetrante. Lo único que hiso fue reírse.

_ ¿Comiste?- le pregunto Loren a Bryan.

 _No, luego de esta pizza iba a ir a comer en mi casa.-dijo fingiendo. Actuaba muy bien, tanto que hasta mi hermana le creía más a el que a mí.

_Bueno pasa, hoy comerás con nosotras.- dijo sonriente.

_ ¿QUE?- mi cara de sorprendida fue inexplicable.

Loren tomo la pizza y fue a la cocina para cortarla y colocarla en un plato.

Aproveche ese momento para agarrarlo de la remera.

_ ¿Qué carajo crees que haces? ¿Estás loco? ¿Quieres que te descubran?

_ ¿Así que ella es tu amiga?- dijo mirándome.

_ ¡No! Es mi hermana y tiene novio así que ni lo pienses.

_Tu ni siquiera sabes lo que pienso.-dijo en tono burlón

_Pero si se dé que eres capaz así que ve agarra la pizza y ¡vete!- dije apurándolo.

_ ¿Sabes? Tú sí que eres…

         Fue interrumpido por Loren que salía de la cocina con tres platos con pizza y una coca.

_ ¿Ella es qué?- Dijo Loren

_No interesa.-dije al instante.

         Camine rápido y me senté en el comedor. La verdad que no tenía hambre porque ya había comido con mis padres pero fingí morder mi porción para que vengan a comer conmigo y terminar lo más rápido posible para que se largue de mi casa y mi hermana no levante sospechas.

         Hablaron de cosas comunes y lo único que hacía cada vez que mi hermana me miraba era sonreírle falsa y aceptarlo todo lo que decían con mi cabeza.

         Una vez terminada la pizza me ofrecí a bajarle a abrirle la puerta de salida. El agarro sus cosas y salió conmigo.

_ ¿Como lograste entrar al edificio?- le dije mirándolo fijo.

_Lamento informarte que cosas como esas no son respuestas fáciles de explicar, tu sola descubrirás como lo hago.-dijo tocando el número 0 del ascensor que estaba al costado de mi rostro, ya que estaba apoyada al lado.

_Te aviso que hoy no es un día como sábado o domingo es ¡LUNES! Y nosotros acordamos mantenernos alejados, por si no lo recuerdas.-dije con los brazos cruzados. El ascensor freno en el piso 0, bajamos y caminamos hasta la puerta de salida.

_No Connor, te confundes, yo solo prometí alejarme de ti una vez que hallas cumplido tu misión.-dijo riéndose.

         Abrí la boca para protestar su respuesta pero este me tomo de mi cintura y me unió a él, plantándome un beso que parecía prohibido, el era prohibido para mí pero nunca lograba olvidarme por completo de él. El era algo necesario para mí.

         Lo tome de sus brazos y los apreté mientras lo besaba cada vez más desesperada, como si fuera el último beso. El tomo de mi blusa y puso sus manos debajo de ella, en mi cintura, tocando mi piel. Mi corazón comenzaba a acelerarse y él lo sintió y me alejo de él. Me miro, se sonrió y se acerco de nuevo a mí, rozo sus manos en mis brazos y bajo hasta llagar a mis manos, me volvió a besar y caí como paloma muerta, el tomo mis llaves y se fue. ¡ME HABIA SACADO MIS LLAVES! ¡LAS DE MI CASA!

         _ ¡Maldito! ¡Idiota!- dije enojada.

Pero el idiota no era él, era yo por ingenua. Luego razone y me di cuenta que el logro entrar con mis llaves de repuesto. Las que pensé que se las había llevado mi mama y resulta que él las tubo siempre, ¡y ahora tenía ambas!

         Subí furiosa y mi hermana me abrió la puerta ya que de suerte no la había trabado. Entre y dormimos juntas aunque mucho no pude dormir porque todavía no lograba sacármelo de mi cabeza. Ingenua…

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