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Capitulo 5:

        

         Desperté en mi cama, tenía mi pijama puesto y un gran dolor en todo mi cuerpo. De repente mis ojos se abrieron como búho, ¿TENIA MI PIJAMA PUESTO?, tal vez no lo conocía, tampoco lo había visto muchas veces como para que tomara ¡demasiada confianza!

         Un rico olor llamo mi atención, gire mi rostro y vi un delicioso café con leche y algunas tostadas…

_ ¿Pero qué…?-dije confusa.

No entendía nada hasta que vi la carta que estaba apoyada en la taza.

         No te preocupes. Fue un placer.

                                                                              Anónimo

         Si hay algo que no permitiría en mi vida es que se pasen del límite sin por lo menos haberme pedido salir, ¿Ni aunque sea una cita? Aunque sería algo rápido, sentiría menos motivos para enfadarme…

         Obviamente que recordaba lo de ayer. Mi pelea con Horan, ese chico que me salvo la vida por segunda vez, quien se negaba a hablar sobre sí mismo.

         Mire mi reloj y eran las 12:00hs del día 1/1, recordé que al día siguiente tendría el examen de ingreso y debería aprobar para entrar. Mi madre se molestaría mucho si no quedo y realmente no me gustaría verla furiosa. Así que opte por dejar de pensar sobre lo de ayer y concentrarme en lo mío.

         Pase todo el día estudiando y lo mejor de todo es que logre saberme cada centímetro de esas páginas.

         Una vez que anocheció, fui hacia mi cuarto y refresque mi mente, estaba muy agotada y estresada, ya que aparte de haber estudiado como un loca, ayer desarrolle y experimente por primera vez mi otra yo y fue algo doloroso. Una vez recordado esto, era obvio que no iba a poder dormir sin por lo menos saber que bicho raro era. Tome mi netbook y escribí: “Ave Blanca”. Comencé por las imágenes, busque el pájaro más parecido al que había visto el día de mi muerte. ¿Guacamayo blanco?, no. ¿Cotorras Blancas?, no.

         No encontré nada, luego me di cuenta que si seguía así no llegaría a mi punto. Busque: “Mitos, el Ave Blanco”

         Realmente me sorprendí al ver una sola página disponible. Entre y note que era un blog. Una chica hablaba sobre un gran pájaro blanco que había aparecido entre las 5:00 a.m en la ventana de su casa. Este picoteaba su venta. Ella se dio la vuelta lo vio, este la observo bien y se fue. Ella especificaba que ese pájaro había recorriendo gran parte de su pueblo y luego se marcho, de un día para el otro.

         Me percate y anote esta información en un diario que encontré por ahí y que aparentemente nunca había usado.

         Lo guarde, puse mi alarma y me dormí.

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         El sueño me abrazaba contra la cama y me gritaba que no la dejara por nada del mundo pero la alarma termino de convencerme y me desperté. Tome una ducha caliente, coloque el shampoo y luego la crema de enjuague. Enjabone todo mi cuerpo menos una parte, la cual me dolía mucho, mi espalda. Deje de enjabonarla cuando sentí que algo me pinchaba cerca del omoplato. Una pluma.

         Mi espalda sangro en el intento de sacarla pero esta estaba bien agarrada así que la corte y deje ese pedazo de astillón en mi espalda. Doloroso pero aguantable.

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