The parent trap (Stony)

CAPÍTULO 12

¿Están listos para el drama, chicos?

Este capítulo me ha costado y, también, destrozado. Espero que les guste.

Agradecería que dejaran algún comentario. Me haría muy feliz saber qué opinan.

***—Ten cuidado. —Morgan se encorvó y se apoyó a la mesa para observar mejor.

Mary la imitó, manteniendo los labios en una fina línea y las cejas arrugadas. No apartó la mirada del cuerpo estático que permanecía sobre la mesa de la cocina.

La tensión era palpable en la atmósfera.

Tony exigió a su mano ser cautelosa y hábil. Una gota de sudor frío se deslizó por su frente. Su lengua se estiró más hacia afuera, de ser posible. Si cometía un solo error todo iría al carajo.

—Estás temblando mucho —murmuró Mary, enfurruñada, para tormento de Tony.

—Silencio —regañó, sin levantar la cabeza—. No dejan que me concentre.

Él mordió su lengua, como si aquello pudiera evaporar la presión en el aire. Sujetó la pinza con más fuerza y, temblando, lo acercó al cuerpo del niño.

Su respiración se agitó cuando la pinza estuvo a menos de un centímetro del cuerpo. Acortó la distancia y sujetó la basura con mucho cuidado. No obstante...

—¿Qué hacen? —Steve entró a la cocina, y depositó las bolsas encima de la mesa.

Tony perdió la agilidad y, de un segundo a otro, la pinza tocó otra parte del cuerpo del juguete. A los pocos segundos, se escuchó un quejido proveniente del condenado objeto y las carcajadas de las niñas climatizando el ambiente.

—Mierda.

La palabra se escurrió de sus labios sin que él pudiera hacer algo al respecto.

Por el rabillo del ojo, vio a Steve abrir la boca, dispuesto a reclamarle la grosería.

—Lo siento —dijo, mirándolo.

Steve suspiró y, contrario a lo que Tony esperaba, decidió guardar las compras en la heladera sin emitir una palabra.

No iba a negar que sintió una extraña punzada en el pecho ante su indiferencia. Sin embargo, no haría algo al respecto. En primer lugar, porque se había propuesto a ignorar todo lo posible a Steve, y estaba haciendo un trabajo extraordinario. Bueno, sin contar la charla que tuvieron hacía tres días. Asimismo, solo debía permanecer en su casa un día y medio más. Luego podría volver a su tranquila y solitaria mansión.

Por supuesto, no le agradaba la idea de volver. Pero deseaba, y mucho, caminar por los pasillos sin temor a encontrarse con su ex y tener un momento incómodo.

—Tío Bucky suele ayudar con la comida como castigo por decir malas palabras —comentó Mary, mirando de Steve a Tony con suspicacia.

Tony intentó, por todos los medios discretos, darle una advertencia. Mary no reparó en ninguna, o más bien las ignoró. Su ya habitual expresión traviesas la delató.

—Podrías enseñar a papá a hacer espaguetis. Siempre que intenta hacerlos sale mal. —Morgan habló, dirigiéndose a Steve.

Tony se sintió tan traicionado que juró minimizar al máximo los regalos de cumpleaños, Navidad, Reyes Magos y Día del niño.

Las traidoras se lo merecían.

—Si quieres seguir teniendo una cocina impecable, te aconsejo no escucharlas —se defendió, también, observando a Steve.