Pies desnudos

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El rostro de aquel individuo quedó prensado en su mente.
¿Iba desnudo? Ni siquiera recordaba haber visto su cuerpo. Pensandolo mejor, aquel momento había parecido eterno, pero solo habían sido pocos segundos.
Talvez solo uno.
Era tan bello que le pareció irreal, un sueño.

Talvez sí, talvez todo era un sueño o talvez se encontraba en la camilla de un hospital teniendo uno de esos sueños que la gente dice que tienen las personas en coma.

Se dió una cachetada.

《¡Vamos!》

Su coraje comenzó a hervir su sangre.

《¡Despierta carajo!》

Golpeó fuertemente un árbol, pegando otro grito de desesperación.
Inmediatemente después escuchó claramente un gruñido, como de una loba gruñerdole a alguien que intentaba tocar a su cría.
Entonces prefirió alejarse.

Corrió, para ser precisos. Corrió, sin importarle que una pierna le dolía a cada paso.
¿Por qué le dolía de esa manera? Parecía que le había caído algo muy pesado en la rodilla y la había plegado de forma anormal.
No recordaba nada de eso; de hecho, no recordaba mucho de lo que había pasado antes de llegar a esa extraña isla. Al parecer se había formado una laguna de memoria en su mente.

"Lo que faltaba."

Cayó rendido al piso, pasando sus temblorosas manos en su cabello.

Escuchó un ruido, un ruido constante, como de pasos esveltos en la hierba.
Era él.
Se giró hacia todas las direcciones con la esperanza de verlo.

《¡Oye!》

Comenzó de nuevo a correr lo más rápido que pudo, intentando alcanzarlo.
Pudo ver su espalda, sus pies descalzos se asomaban por debajo de la larga capa de estilo medieval, bien cuidada pero de un color gris viejo.
La capucha se había safado de su cabeza, comenzando a menearse en el aire al ritmo de sus pasos.
El chico desconocido corría con pavor pero con un paso rápido y ligero.

Namjoon estaba a punto de perderlo, pero el comienzo de un terreno rocoso traicionó los pies descalzos del bello y misterioso chico que tenía la ventaja, haciendolo caer.
Intentó levantarse, pero al intentar poner el pié en el piso, el dolor le impidió hacer cualquier cosa.

Namjoon aligeró el paso, alcanzandolo y dándose cuenta de la situación.
Aquel chico, al verlo acercandose intentó arrastrarse en el piso para alejarse con miedo en la mirada.

《Necesitas ayuda, no podrás caminar así.
¿No quieres que te ayude?》

Dijo, agachandose.

El chico asintió con la cabeza.
Namjoon parecía sorprendido de que éste lo entendiera.

《¿Dónde te duele?》

《Es el tobillo, creo que me lo torcí un poco. Se quitará solo, no necesito ayuda.》

《No veo como puedas caminar en ese estado.》

Silencio.
Namjoon comenzó a romper un trozo de su camisa, así como lo haría un verdadero caballero, pero terminó rompiendo gran parte de la camisa al perder el control del corte, dejando todo su abdomen y su pancita expuesta.

《Maldición...》

El chico en sus brazos rió con ternura al ver aquella escena.

El jóven Kim arrancó con mas presición el pedazo sobrante de la venda imrovisada para facilitar luego su trabajo.

Comenzó a amarrarla con cuidado pero firmemente en la zona afectada.

《¿Por qué corriste de mí?》


Preguntó, mientras lo tomó en brazos, comenzando a caminar.

El Eco De Las Flores De CerezoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora