El reloj de bolsillo

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《Esto no es necesario》

《¿Prefieres caminar?》

El silencio del chico le dejó las ideas claras a jóven Kim.

El chico en brazos comenzó a mecer los piés suavemente mientras le indicaba el camino al más alto con su dedo índice.
A Namjoon le parecía un niño.

《Mi nombre es Seokjin》

Le dijo, un poco avergonzado.
Namjoon sonrió ladino; al parecer el chico estaba ganando confianza rápidamente.
Y él mismo también... ¿Por qué?
Supuso que la noche estaba distorsionando sus sentimientos y sensaciones, pero no hizo mucho caso a las alertas de su conciencia y siguió caminando.

《El mío es Namjoon》

Dijo, soltando un largo suspiro.

《Kim》

Pronunció Seokjin en un tono bajo pero udible.

《¿Cómo?》

Joon estaba confundido.

《Kim, eres Kim NamJoon.》

Respondió el otro.
Namjoon paró de caminar, confundido.
Está bien, hay un amplio índice de población con ese apellido, pero la seguridad de su palabra lo hacía dudar.

《¿Cómo sabes eso?》

Seokjin comenzó a rebuscar entre la vuluptuosa tela de su capa, encontrando el bolsillo y sacando su contenido.
Se lo mostró a Joon, un poco más cerca de lo que podía ver así que le pidió que lo alejara un poco.

Se trataba de un reloj de bolsillo con el vidrio roto.
Llevaba la montura al parecer de plata, con unos detalles dorados.
En la parte trasera venía una leyenda:
"Kim NamJoon" -decía-, y una fecha sin año.

《Es mi cumpleaños》

Dijo desconcertado, más para sí mismo que otra cosa.

《Pero eso no es mío, nunca lo había visto》

Dijo también después.
Aunque la verdad, aquel reloj viejo de bolsillo le recordaba algo, le parecía haberlo visto antes pero al mismo tiempo estaba seguro de que no, de que ese reloj nunca había estado en sus manos.

Mucho menos en sus bolsillos.

《Sé que no, mi padre me lo dió cuando era un niño.》

《¿Tu padre? ¿Hay alguien más aquí?》

《Namjoon, hace frío, tenemos que ir a casa...》

"A casa...
Me pregunto qué será una casa para este chico"

La pregunta del más alto quedó como una incognita sin responder que dejó de lado, comenzando a caminar.
El resto del camino fue un silencio total, sin contar a los grillos y el ruido que hacían las hojas de los árboles cuando pasaba el viento.

Los dos chicos solo pensaban en llegar a un refugio y descansar de aquel pesado día.

《Tengo que orinar》

Soltó Namjoon, ya dispuesto a soltar a Jin para orinar detrás de un arbol.

《Ya podrás ir al baño, falta poco.》

"Baño?"

Una linda casa comenzó a asomarse entre los arboles, y los balidos suaves de algunas obejas comenzaron a escucharse.

Namjoon pensó en ese momento más que nunca de que ese se trataba de un sueño.

El Eco De Las Flores De CerezoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora