Existe una muy delgada línea entre la fantasia y la realidad. La gente debería de saber distinguir entre lo que puede pasarte en este mundo y lo que desearías que te pasase. Pero lamentablemente no saben, se pasan la vida esperando por algo que probablemente nunca llegará.
Seamos sinceros, no llegara un valiente caballero y nos rescatara del castillo protegido por el dragón. NO LO HARA.
Esto es la vida real. Ni valientes caballeros ni el chico perfecto que lo tiene todo. Desde un fisico estupendo hasta una personalidad extraordinaria...
-¡Becc!, ¡Becc!, ¡Becca!. ¡Ey! Te hablo a ti- se sienta en frente mio.
-Lo siento, ¿Que decias?— Pregunto algo despistada.
-¿En que pensabas?
-No, en nada. Bueno si... ¿Es que acaso la gente no entiende que...
-Si, si, si tu y tus cosas. — rueda los ojos.
-Ya sabes...
-Y aun así sigo sin entender porque te gusta tanto esa cosa naranja donde lees tus novelas.
-Te refieres a Wattpad, Emma?
-Eso, wattpad— dice mientras devora su comida— si tanto odias que la gente no comprende tu delgada línea entre la realidad y la fantasía, ¿Porque te metes en wattpad? Es decir, ahí dentro es donde mas fantasia hay.
-No lo se... solo me gusta leer y ya. — digo despreocupada.
-Becca deberi... — el timbre la interrumpe.
-Emma, luego te veo. Voy a clase de historia.
Me levanto de la mesa y le dedico una pequeña sonrisa para inmediatamente darle la espalda y salir de la cafetería. Antes de alejarme completamente me giro para mirarla y la veo con una cara de pocos amigos.
Se lo que me iba a decir. Lo mismo de siempre, y sinceramente no me apetecía escucharla otra vez. La quiero, pero aveces resulta un poco insoportable cuando se repite tanto.
La clase pasa rápido hasta finalizar. Cogo mis cosas y me dirijo hacia la puerta para poder salir pero alguien se interpone en mi camino haciendo que nos choquemos y mis cosas salgan volando.
-Genial — susurro sarcásticamente.
-Lo siento —dice un chico mientras se agacha para coger mis cosas y luego dármelas con una sonrisa algo tímida.
Le doy un simple gracias y voy con una Emma un tanto curiosa que esta esperándome al final del pasillo.
-¿Quien es eh?— me pregunta la rubia mientras sube y baja las cejas.
-No se, un chico.
-Ah, claro. Me lo has aclarado todo.
-Emma no tengo ni idea de quien es y tampoco me interesa en lo absoluto.
-Si te comportas asi nunca tendras novio.-dice con cara de "Te lo advierto".
-Creo que podré vivir con ello,—la miro y luego agrego— supongo.
-Ese supongo me da esperanza—dice riendo.
-Si, si... venga vamos a casa.
El camino a casa es normal como todos los días. Acompaño a Emma hasta su casa y luego me dirijo a la mia.
-He llegado papá—digo al cruzar la puerta.
Le doy la señal de que estoy en casa y voy directamente a mi habitación. Cogo mi portátil lo enciendo, hago todos los deberes y automáticamente me conecto a Wattpad.
Empiezo leyendo comentarios que dejan en mis historias, en este caso mis pensamientos "realistas" y todas son normales.
Pero hay una que me llama la atención.
Ja_red: Todo perfecto, pero apuesto a que tu eres la primera en creer en todas esas... ¿Como las llamas? Ah, si! Fantasías. ;)
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