Futuro interrumpido - Bucky Barnes +18

Gata guerrera...

_Mierda, no puede ser posible_ se quejó Bucky por lo bajo y apretó sus manos en el cuerpo de Skylin. 

¿Esa era una maldita broma acaso? Maldición, no, no y no. 

_Estas ahí?_ preguntó Shuri. 

Skylin se quejó y Bucky le tapó la boca con su mano para que Shuri no la escuchara.

_Shh, no digas nada_susurró.

_Ya te oí sargento, voy a entrar_avisó la princesa. Joder, joder. ¿Qué hacía?

_¡No! ... no... no estoy vestido_ inventó y bufó después de mentir. Soltó a Skylin. 

_¿No estás vestido? ¿y donde está Skylin?_ cambió su voz por una más seria. 

Piensa rápido Bucky.

_Está... en las duchas. Se fue hace como veinte minutos_ que tortura, que maldita tortura.

Se alejó penosamente de su gata y se sentó en la cama, aún con su entrepierna palpitante. Mierda, en serio estaba enfadado.

Pero la gata era mala, y si él sabía ser cruel ella ahora también podía serlo. Se movió hasta su regazo, sentándose a horcajadas sobre él. Sus pequeñas y calientes manos fueron a parar a su pecho, descendiendo lentamente. Bucky tragó en seco. 

_Yo... quería hablarte sobre ella_ Shuri comentó del otro lado de la puerta. Bucky apretó sus labios para no soltar ningún sonido cuando una de las manos de la gata atraparon su miembro.

Él ya le había enseñado como se hacía. Ahora se jodía.

_Aja_ dijo haciendo su cabeza hacia atrás. Era incluso más excitante. Era ilegal, prohibido. Como hacerlo en público. Lo prendía. Joder, lo prendía mucho.

_Necesito reporte de misión para ver sus avances y trabajar en su tratamiento_ dijo la princesa.

"Mira Shuri, la paciente está mejorando mucho...con sus manos" No, no iba a decirle algo como eso.

Shuri hablaba y hablaba y él no podía concentrarse en escuchar nada, porque la mano rebelde de Skylin le hacían delirar. 

_Si quieres puedo esperar a que ella regrese_ escuchó a lo lejos. Frenó los movimientos de su gata y la miró fijamente a los ojos. Aquello desgraciadamente ya tenía que terminar.

_No_ se aclaró la garganta_ yo estaré en el laboratorio en cinco minutos_ le medio gritó desde la cama. 

Skylin enojada se bajó de él y se sentó a su lado.

_Eres un imbécil_ le dijo cuando Shuri se fue.

_Lo siento gatita, pero hoy no será tu día de suerte_ sonrió malicioso y le guiñó un ojo.

Dejando a la gata tan enojada como ardiendo.

***

Una semana después...

Ya no sabía que hacer con su aburrimiento, sus frustraciones, su energía comprimida y su existir.

El lobo lo había complicado todo, diciéndole que ella aún no estaba lista para él. Toda una maldita semana ignorando su presencia y tratándola como a un niño wakandiano más. A pesar de casi haber tenido sexo sin censura con ella el otro día. Era un imbécil moralista de segunda. 

Erik venía de vez en cuando y los trabajos rutinarios ya la estaba hartando. Skylin seguía necesitando ese empujón al vacío, esa sensación de vértigo, ese escape. Pero al parecer nadie quería dárselo. 

Pues entonces ella solita iba a encargarse de buscarlo.

Golpeaba con un palo de madera una de las paredes del granero. Intentando desquitar su frustración.