Futuro interrumpido - Bucky Barnes +18

Blanco fácil

"Habla para que yo pueda conocerte" -Sóctrates

Dos meses.

Dos meses habían pasado desde el inicio de la locura. 

Dos meses de haberse topado con la gata. Dos meses desde que su paz ya no era paz, sino un torbellino de emociones y vivencias. 

Dos meses enteros. Sesenta días y sesenta noches

Dos meses que para Bucky fueron eternos.

Porque no había logrado acercarse más. Porque no había conseguido siquiera una respuesta. 

Bucky pregunta y Skylin se niega, miente, se escabulle. 

Bucky da un paso y ella retrocede otro. 

Bucky se cansa, se enfada, se aleja y ella parece percibirlo. Entonces le pide atención, como un niño con falta de cariño y cuando él se muestra comprensivo ella vuelve a ser la misma. 

Bucky es paciente, es cordial. Skylin le trata mal. 

Bucky la amenaza, le grita y ella se pone a llorar. Luego él se arrepiente y se pone en sus zapatos. Se acerca y ella comienza con sus juegos. 

Skylin es incontrolable, indomable. Y en ciertos momentos no hay quien pueda frenarla. 

Luego lo necesita.

Y esos son los momentos más  difíciles para ambos. 

Necesidad... ¿Qué es la necesidad?

Es un estado desesperado por tener algo que no se tiene y se quiere poseer. Es el deseo por tener algo indispensable.

Cuando Skylin tenía necesidad de él, para olvidar o para sentir una descarga fuerte, ahí era cuando Bucky más mal la pasaba.

Porque ella en esos momentos deseaba escuchar algo como: "¿Querías al lobo? Aquí o tienes". Y que él dejara de resistirse. 

Porque quería algo fuerte, algo justo como él. O como lo que creía de él.
Dominación, fiereza, posesión, olvido...Olvido.

Algo que superara su caos, para alejarla del dolor.
Y el lobo era el indicado. Era su blanco perfecto, con toda la expresión de la palabra.
Era un hombre bueno, malo, todo junto. Hermoso. Sobre todo hermoso, ante sus ojos.

Y para Bucky poner un stop era un logro también. Joder, era un hombre y ella una joven mujer con ganas de sentir. Con ganas de sentir con pasión y fuerza algo desconocido.
Cómo podía Bucky decir que no a eso?
A él siempre le habían gustado mucho las mujeres. Siempre. Y ahora volvía a recordar eso.

Sólo tenía que pensar en que ella era su paciente, alguien que no estaba bien, ella era solo una niña, estaba loca, etc. Sólo tenía que pensar en eso. Pero no.
Ella era una mujer. Una mujer que pedía indiscretamente que la tocara, que la besara, incluso más.

Joder.

Cuando lo provocaba con sus acciones y palabras era cuando más ganas le daban de llevarla a su cama y hacerla suya.

En esos momentos era cuando mandaba el animal. Y solo quería cumplir sus caprichosos deseos de poseerla.
Quería entrar en ella con fuerza, sin ningún remordimiento.
Para que dejara de ser insoportable ese sentimiento.
Para que ella dejara de ser insoportable.

Porque era inaguantable, era deseoso. Era casi una provocación. Y Skylin era una provocadora de primera clase.

Bucky sabía que no iba a soportar mucho tiempo más. Lo supo esa tarde.