Niall y Zayn corrían a gran velocidad, agarrados de la mano. En realidad no tenían mucho la necesidad de correr, una pobre señora en tacones los perseguía. Habían tomado su bolso mientras ella se dirigía a abrir su auto.
Tras haber recorrido 3 cuadras, decidieron que deberían volver, ya que tenían las llaves de ese maserati azul, por el cual darían demasiado dinero si lograban llevárselo.
Niall desactivó los seguros con el mando a distancia cuando se dió cuenta que la dueña no rondaba, y con una seña, le indicó a Zayn que se acercara mientras él subía del lado del copiloto... Por supuesto que Niall no sabía conducir, siempre había tenido chofer y sus padres creían que era ridículo que aprendiera si para eso tenían gente contratada.
Cuando el pelinegro estaba a punto de subir, la dueña salió aparentemente de la nada y se lanzó a golpes contra él. No la empujó, no le regresó un golpe, solo terminó de subirse y azotó la puerta una vez estuvo adentro; sin demorar dos segundos, giró la llave y arrancó a gran velocidad, logrando jalar a la señora, la cual tenía atascada su chaqueta Chanel atascada en la portezuela. Obviamente tras la partida del auto, está quedó desgarrada.
Niall había arrebatado un bolso, atracado un auto y, por si no fuera poco, no sólo destrozó los sentimientos de aquella mujer, sino también su chaqueta Chanel. No sintió remordimiento alguno. De seguro habría de tener cientos más, porque tenía el dinero suficiente para comprar un maserati.
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Estaban finalizando un trato, obviamente iban a vender el automóvil.
Se encontraban en un lote baldío con un hombre que mantenía sus lentes de sol, incluso a la 8:34 de la tarde. Les había prometido sesenta y ocho mil dólares por él y claro que iban a venderlo, conservarlo iba a ser una idiotez, no solo por el gasto de gasolina. Un auto robado estacionado a fuera de su depósito supondría que los encontraran y llevarán presos inminentemente.
— Está en perfectas condiciones, y este modelo es del año anterior ¿Por qué quieren venderlo y a tan bajo precio?
— Verá Sr. Andersen, mi marido y yo compramos este automóvil en un impulso, ya sabe, cosas de recién casados.
Habló Niall, justo como su madre le había exigido que lo hiciera, tranquilidad y cordialidad desbordantes. Siempre le había servido para aparentar en las fiestas que sus padres o él mismo ofrecían, esperaba que también le sirviera para cerrar un trato.
— La verdad es que presenta una inversión enorme para nosotros — habló Zayn ahora, tomando la mano del rubio—. Ya no podemos pagar los gastos. Es por eso que estamos vendiéndolo. La diferencia contra el precio original es porque nos urge venderlo.
— Ya veo — contestó el señor frente a ellos —. Tomen, antes de que me arrepienta.
Les extendió un portafolio con todo el dinero que habían acordado, posteriormente se subió al auto. Tenis una sonrisa enorme en el rostro, estaba tan feliz por su compra... ¡La mejor inversión de su vida!
A la lejanía, se lograban escuchar algunas sirenas, lo que tensó a los criminales.
— Disfrute su nuevo auto, Sr. Andersen. Tenemos que irnos — dijo Niall , extendiendo la mano hacia él.
— Muchas gracias, muchachos. Lo digo en serio. No tienen idea...
Y jamás tendrían idea de cómo la oración terminada, puesto que patrullas se acercaron al recinto, Zayn jaló disimuladamente a su cómplice hacia la oscuridad, donde se encontraba su motocicleta.
Antes de que arrancaran a velocidad máxima, Niall alcanzó a ver como el Sr Anderson era acorralado y contra su voluntad lo ponían contra su nuevo auto para esposarlo. Al ver la cara de confusión y tristeza en su rostro, Niall sí sintió algo en su corazón... Había dañado a dos personas hoy, había roto las ilusiones de dos personas.
Decidió ignorar esos sentimientos, apretó el portafolio a su pecho y con su mano disponible se aferró de la cintura de Zayn.
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