Algunas semanas habían pasado ya y el 21 de junio ha llegado anunciando el verano. Alejandro continuaba trabajando en su nuevo proyecto musical, se mantenía entretenido en dos cosas principalmente: grabar sus canciones y encontrarse con Evelyn en sus tiempos libres. Comenzaban a salir más seguido, sus conversaciones se hacían cada vez más largas, si no podían verse en persona entonces hacían uso de sus teléfonos y se mensajeaban hasta altas horas de la noche.
—¡Hey! ¿En dónde estabas?
Lorena lo ha cachado husmeando en el refrigerador, son poco más de las 2:00 a.m. y recién ha llegado a casa. Se volvió para verla, se encontraba ahí esperando una respuesta y Alejandro no podía decirle que ha pasado gran parte de la noche con Evelyn en un bar bromeando y bailando.
—Me quedé hasta tarde revisando un par de canciones con los ingenieros, lo siento Lore, prometo venir más temprano mañana. Sabes que esto de grabar un álbum nuevo siempre es así de agotador.
—Ni siquiera me avisaste...
—Mi batería murió, perdón linda. Vamos a dormir, ¿te parece? Me siento cansado.
Él pasó su brazo alrededor de los hombros de su esposa y caminaron juntos hasta la escalera, en dónde le cedió el paso para que subiera primero. Entraron juntos a la habitación y él se preparó para irse a la cama, entró al baño para lavarse los dientes, dejando el teléfono a un lado, esperando el mensaje de Evelyn confirmándole que ha llegado con bien a su apartamento.
—¿Te puedo contar algo?—Dime.
Alejandro ha interrumpido a Luis, él deja su celular a un lado con tal de prestarle atención, desde hace rato que lo ve ansioso y no había tenido oportunidad de preguntar el por qué, por fin Alex va a saciar su duda.
—He estado viendo a Evelyn.
—¿El amor de tu vida, Evelyn?
—Sí, hemos estado saliendo estas semanas.
Luis Carlos lo mira interrogante, ¿a qué se refería con estar saliendo? ¿A lo mismo que hacían cuando eran mucho más jóvenes? ¡No podía creerlo! Entendía lo que esa mujer significó en la vida de su mejor amigo, ¿pero era capaz de hacerle esto a Lorena?
—No de la manera que piensas. —Se apresuró a decir el pelinegro—. No, no, sólo salimos, somos buenos amigos. Pero de alguna forma, siento como si estuviera engañando a Lorena, a pesar de que ni siquiera tengo contacto físico con Eve.
—¿Y cómo te has sentido desde que sales con ella?
—Me siento... Diferente. Me gusta estar con ella, la conoces, Evelyn es... extraordinaria. ¡He estado pensando en ella todo el maldito tiempo! Me siento como un adolescente cuando estamos juntos... ¡Maldición! Es por eso que siento que engaño a Lore, porque no puedo dejar de pensar en volverla a ver.
ESTÁS LEYENDO
Asignatura pendiente
RomanceAlex nunca pudo olvidarla, Evelyn se convirtió en un sueño recurrente durante los últimos diez años en los que no supo de ella. Hasta que una noche llegó el momento de mirarla nuevamente a los ojos y solo así entendió que hay amores que nunca se van...