Engranajes [Starker]

9.Considerado

Era un día bastante relajado teniendo en cuenta de que había terminado muchos pedidos y apenas habían recibido a nadie en la mañana, por supuesto esos momentos más relajados los dedicaban a montar la moto, las piezas habían llegado hace algunos días y tomaban el tiempo que podían para montarla desde cero entre los dos. Claro que Peter había mejorado, pero aquello era nuevo y necesitaba mucha instrucción; Tony le veía feliz y entusiasmado cada vez que le hacia una pregunta sobre el montaje o cuando él le felicitaba por un trabajo bien hecho, aquel chico llenaba sus días de felicidad, era algo que no podía negar.

Le había preocupado que de alguna manera aquello era un sueño, al principio había pensado que era un sueño, puesto que había estado tanto tiempo solo y ahora podía despertar cada mañana junto a Peter, verle sonreír, escuchar sus ocurrencias y sentir que le había dado una nueva vida a alguien que lo merecía, quizás no la más estable ni la mejor, pero decente.

Lo malo y lo que le causaba cierto pesar eran aquellos tipos, ya entraban de nuevo como si fueran dueños de todo, sobretodo George con esa sonrisa de superioridad, como le gustaría rompérsela de un puñetazo.

Peter ve la expresión de Tony al mirar a la puerta y mira hacia atrás, últimamente esos hombres han venido más seguido al taller y a hablar con Stark a solas. Como siempre el azabache le hace una seña para que se quede donde esta y se retira a hablar con esos tipos. El castaño no puede evitar preocuparse y a su mente a veces viene la deuda que George comentó, pero quiere creer a Tony y que no es nada importante, que solo lo hace para molestarlo y que es una forma de hablar. De todas formas no le diría nada sobre el tema por más que insistiera, solo conseguiría enojarlo o angustiarlo y lo sabía, vivir en la ignorancia muchas veces es lo que te da la felicidad...

Esa noche cae jadeante sobre el pecho del mayor, el cual late acelerado tanto como el suyo, después de una ronda intensa en la que había cabalgado sobre el azabache como si se fuera a acabar el mundo y quisiera exprimirlo; pensarlo era divertido, pero sería vergonzoso decírselo. Sonríe al oír la risa de Tony, la cual vibra en su pecho y puede sentir tan agradable al estar así abrazos, siente como le retira el flequillo gentilmente del rostro y besa sobre su cabeza.

-Cada vez conoces más mis puntos débiles-

-¿Usted tiene de eso?- el menor se tumba boca abajo sobre el mirándole

-Tu eres el mayor de todos- el mayor sonríe divertido –jamás creí...que volvería a tener una familia...hasta que te encontré-

-¿Qué pasa con su familia en verdad?-

Hubo un silencio bastante incomodo, el rostro de Tony no demostraba humor ahora y Peter agacha la mirada, a punto de disculparte.

-Fue hace mucho tiempo...quizás a tu edad o algo más grande...mi padre tenía una gran empresa de coches, ya sabes...vendía coches traídos desde Europa, aunque empezó su propia gama...; mi madre era su publicista...- suspira hondamente- él estaba orgulloso de mi...al principio, se me daba bien montar autos y aprendí rápido, el creía que aprender desde abajo era la mejor manera..., pero un día se enteró...de mi bisexualidad-

Peter le miraba con mucha atención, viendo como en los ojos de Tony se veía cierto pesar mientras relataba su historia.

-Me echó de casa, muy decepcionado, mi madre trató de convencerlo..., pero claro él tenía mentalidad de otros tiempos y yo era su único hijo- suspira profundamente – fue entonces que vine a vivir esta zona y empecé a trabajar de...recadero...-

-¿Cómo ahora...?- Peter nota la mirada seria de Tony ante su pregunta- me refiero a cuando le traen autos...-

-Algo parecido...- su mirada se relaja y acaricia la espalda del menor- pero...pasaron meses, casi un año hasta que mi padre me localizó y me llamó por teléfono cuando hacía poco que abrí el taller, pidiéndome de ir a verles...quería hablar y disculparse, entenderme...-