1. Encontrado

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Llevaba caminando alrededor de dos horas sin detenerse, sabe que si se detiene a descansar morirá congelado, pero está cansado, tiene mucho sueño y ese día no es que haya encontrado algo para llevarse a la boca; ha recorrido todo el distrito y más lejos para encontrar algún local donde alguien pudiera dejar sobras en su plato al irse, el mercado que solían colocar por la zona cada mañana había sido un sitio imposible por ese día para tomar alguna pieza de fruta y su estómago que no paraba de rugir no dejaba de recordarle su infructuosa búsqueda de comida. Pero estaba anocheciendo y hacía mucho frío, cada vez que expiraba aire podía ver el vaho en el aire, y sus dientes castañeaban mientras intentaba arrebujarse en la ropa grande y vieja que había encontrado en un contenedor de textiles. Un jersey color café con bastantes agujeros, unos pantalones grandes y sucios de tierra atados con un cinturón roto, zapatillas deportivas con las suelas bastante desgastadas, un abrigo grande pero requemado en las mangas, sus manos cubiertas por mitones deshilachados y su cabeza y orejas protegidas apenas por una gorro de lana en el mismo estado que los mitones.

Esa ropa no es que fuera lo suficiente para abrigarle, pero era mejor que la ropa de temporada primaveral que había estado llevando hasta hace tres días, aunque no le salvaría de pasar frío de cualquier modo, así que buscaba un refugio cerca, algún porche cercano o cualquier cosa, pero ya le dolían los pies y se cae de hambre y sueño, por lo que optó al final por meterse en un callejón sin salida. No miró mucho a su alrededor y fue directo al fondo del callejón, cerca de los contenedores de basura había muchos cartones grandes en el suelo, sentó contra la pared tratando de cubrirse tanto como podía con estos, en un intento de resguardarse del frío nocturno pensando que eso ayudaría un poco al menos.

Se siente tan devastado por su situación que no tiene fuerzas para llorar en ese momento, de hecho creía que si le saliera alguna lagrima esta se convertiría en hielo por tanto frío en el ambiente, quizás para el resto no haría tanto, pero el chico había perdido tanto peso y con aquellas ropas...no es que pudiera evitar sentir como se calaba por debajo de su piel y se aferraba a sus huesos.

Había deseado tanto que al cerrar los ojos un momento, al volverlos a abrir, todo fuera solo una pesadilla, que estaría en una mullida y cálida cama, en casa, con una amorosa familia que le esperaría para el desayuno, una familia donde ya no volvería a sentirse solo o desprotegido. Pero era mucho desear ya que tenía muy claro que su vida y entorno eran cruelmente reales y no sabía si maldecirse y arrepentirse de haber escapado del orfanato, sin dinero o algún tipo de formación o alguien que le aceptase para trabajar, ya que aunque intentó conseguir empleo, le rechazaron inmediatamente al verle tan joven y las pintas no ayudaron, aunque lo más natural era que quizás le hubieran dado algún tipo de ayuda, pero no...ni una triste ración de comida.

Estaba comenzando a cerrar los ojos, entumecido y tiritando, temía que si llegaba a dormirse no volviera a despertar, sin embargo se sentía tan fatigado de todo aquel miserable día, o más bien de esos miserables siete meses que necesita irremediablemente un respiro, un pequeño sueño el cual desea y a la vez le aterra. Empieza a dar pequeñas cabezadas, despertándose a cada momento por la sensación de poder caerse al suelo y cuando cree que por fin se está quedando dormido, se sobresalta al oír un ruido metálico y mira por encima de uno de los trozos grandes de cartón que le cubren.

Al principio le cuesta enfocar la vista, pero ve una figura masculina dejando algunos desechos en cajas que deja junto a los contenedores metálicos, es un hombre atractivo, piel ligeramente tostada, cabello oscuro y barba recortada, a pesar de la sudadera gris que lleva puede notar lo fuerte que son sus brazos; observa como exhala aire de esos perfectos labios, se estira tratando de ver pero se asusta del ruido que él mismo provoca en los cubos metálicos descubriendo su posición, así que se cubre rápidamente con los cartones hasta la cabeza cuando el hombre mira hacia su dirección.

Engranajes [Starker]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora