—¡Hyung! —exclamó contento el castañito al verlo ingresar al local—. ¡Esto es un lío sin ti!
—¡Eso no es cierto! —refutó Lalisa, quien salía de la cocina con una bandeja repleta de bocadillos.
—Dejen de gritar, actúen como profesionales —les regañó entre risas el Omega mayor.
SeokJin se acercó a pasos amplios hacia los menores, posicionándose detrás del mostrador y utilizando a este mismo como protección.
En el camino hacia el local no presentó alteraciones, ningún hecho que lamentar, salvo por la mirada penetrante y maliciosa que recibía del chófer del bus, cosa que terminó por intimidarle y que causó que se bajase dos paradas antes.
—¡Cuéntamelo todo! ¡Quiero saber cada detalle de tu primer día!
JungKook lucía muy animado, demasiado contento, con la llegada de su mayor, acto que le causaba a SeokJin cierta desconfianza y duda.
—Dime la verdad, Lisa —encaró a la Beta—. ¿Le has dado de probar cada bocadillo?
—No, no, no —negó repetidamente con un movimiento de cabeza, luego suspiró—. Bueno, sí.
—¡Noona! —reprochó JungKook.
El Omega mayor se cruzó de brazos, mostrando con su pose lo disgustado que estaba.
—A la cocina, ahora —sentenció.
Los dos menores no refutaron su orden, simplemente obedecieron a su mayor y como niños regañados caminaron hacia la parte de atrás del local. Por su parte, Jin reprimió una risita al resultarles tan adorables. Echó una ligera mirada hacia los comensales, asegurándose de que la ausencia del personal no afectara durante un par de minutos y se marchó en la misma dirección.
—Te descontaré tres días —le comunicó con seriedad al menor.
—¡Por qué!
El castaño contempló al mayor con un insuperable gesto de sorpresa en su rostro, siendo la viva imagen de la ternura y la confusión.
—Te has estado comiendo las ganancias del local. Bueno, tus ganancias.
—SeokJin, fui yo quien se las ofreció —intervino la rubia, bajo un gesto de culpa adorable.
—Entonces se lo descontaré a ambos —fingió seriedad.
La cara de terror reflejada en el rostro del Omega casi provoca una risotada en el mayor. Él sólo quería jugarles una pequeña broma pero como resultado contrario no tuvo la suficiente agilidad para esquivar el salto que pegó el castaño hacia su cuerpo.
—¡Por favor, por favor, por favor! —chilló, colgado del cuello del mayor y con sus piernas a los costados de su cadera—. ¡Hyung, no le descuentes a Lisa, sólo a mí! —se aferró con ímpetu a su cuello—. ¡Yo me las comí! ¡Yo se las ro-!
—¿Qué sucede? —inquirió al sentir la abrupta interrupción.
De pronto JungKook comenzó a olfatear la sensible piel de su nuca, causándole leves cosquillas al mayor y repugnancia al menor.
—¡Me empalagas! —retrocedió, frotando su nariz con desespero.
—¿Qué esperabas? —enarcó una ceja.
—Debiste quedarte en casa, Hyung —reprochó el castañito, aún frotando su nariz.
No era nada de lo que SeokJin pudiese sentirse lastimado o excluido, ya que era sumamente normal el que JungKook tuviera esos alejamientos los días en que su celo se hacía presente, puesto que esto solo significaba derroche de feromonas.
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Emmoní » NamJin.
Fanfiction❝-Oh, no -susurró con voz temblorosa-. Allí viene. Necesito seguir corriendo. - ¡Deten tus mugrosas piernas en éste maldito instante, Kim SeokJin! -sus gritos ponen mis vellos de punta-. ¡Te alcanzaré y acabaré contigo! ¡Eres una zorra y a las zorra...