La mañana recién daba comienzo y SeokJin ya se encontraba en el local terminando de preparar bocadillos mañaneros. Aún tenía pendiente el aseo en el área principal y el tiempo no hacía más que avanzar a toda prisa. Necesitaba ayuda y JungKook estaba en la facultad.
El azabache había decidido por cuenta propia anunciar la vacante en el local, sin embargo pasó por alto un gran detalle; Él no era el dueño y debía consultarlo con su superior.
Jin suspiró pesadamente mientras sus manos mezclaban y daban forma a la masa. Cuando encontrase un tiempo libre llamaría a Jell, su jefa.
Los minutos pasaron y el Omega se desplazó tan rápido como pudo realizando el aseo de manera apresurada, y de vez en cuando echando una ojeada a la cocina para evitar que se quemara lo que tenía en el horno.
El tiempo transcurrió y entre tanto ajetreo y extensa atención al cliente, SeokJin sintió un peso caer de sus hombros cuando observó la peculiar sonrisa de su amigo atravesar la puerta de cristal. JungKook jadeaba frenéticamente, gotas de sudor caían por su rostro y sus ropas estaban arrugadas.
—Tuve que correr, siento llegar tarde —Se disculpó entre respiración.
—La mañana estuvo catastrófica —Dramatizó. Jin le quitó la mochila al menor de los hombros y la llevó a la parte de atrás—. De verdad es un alivio para mí el que llegaras —Sonrió.
El castaño estaba sentado detrás de la caja registradora mientras tomaba un gran vaso de agua y observaba el panorama.
—Hay descuento de hasta el 50% en el almacén junto a Gino —Anunció—. Increíblemente hay una cantidad de clientes allá y no me extraña el que también lo haya aquí —Concluyó.
—Lo supuse —Apoyó su brazo izquierdo sobre la vitrina—. ¿Qué otra cosa podría traer tanto personal?
—Tu celo y mi celo —Mofó, sus grandes dientes resaltaron en su sonrisa.
—Buen punto —Rió—. Pero eso no traería ganancias para el local.
—Para el local no pero para nosotros sí —Bailó las cejas de manera sugerente sin borrar la sonrisa.
—¡Ni hablar! No ganaría nada con una marca en mi cuello y un cachorro en mi vientre.
—¿Estás seguro de ello? —Preguntó. JungKook observó los nuevos comensales ingresar y de inmediato giró a ver a Jin.
—Lo estoy completamente —Contestó sin aún percatarse de su alrededor.
—¿No cambiarías de opinión ni porque Jackson Hyung te reclamase como suyo?
—Jackson tendrá que pensar muy bien en el nombre de nuestros siete cachorros —Dijo, sus mejillas cobraron un ligero rubor. Indudablemente Jin no iba a negarse a ser marcado por aquel Alfa varonil que tan alborotado traía a su lobo.
—¿Quién tendrá siete cachorros? —Inquirió el Alfa, sin haber escuchado la primera parte de aquella oración, posándose sobre el mostrador mientras sonreía abiertamente.
Kim palideció, velozmente miró a JungKook y lo encontró con su rostro burlón. Traidor, pensó.
—¡Jin Hyung quiere siete cachorros, Jackson!
—Woh, Jin. No sabía que eras de esos.
El color en las mejillas del azabache aumentó al sentirse descubierto. Su lobo se alegró por eso y Jin se sintió traicionado por segunda vez.
—S-Si —Contestó, pero al caer en cuenta de su respuesta agregó: —No, di-digo no —Farfulló.
Sin ánimos de quedarse para ser humillado, dió media vuelta y entró en dos pasos a la cocina. ¿Por qué todos conspiraban para hacerlo enrojecer delante del chico que ponía su mundo de cabeza?
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Emmoní » NamJin.
Fanfic❝-Oh, no -susurró con voz temblorosa-. Allí viene. Necesito seguir corriendo. - ¡Deten tus mugrosas piernas en éste maldito instante, Kim SeokJin! -sus gritos ponen mis vellos de punta-. ¡Te alcanzaré y acabaré contigo! ¡Eres una zorra y a las zorra...