D o c e

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SeokJin enarcó sus cejas, confundido. ¿Quién podría llegar al local y escandalizar y animar a JungKook al mismo tiempo? Observó a Lisa y, como si hubiese leído sus pensamientos, se encogió brevemente de hombros. La curiosidad de pronto comenzó a picarle. Quería salir y ver de quién se trataba pero... ¿Y si era NamJoon? 

Algo dentro de él vibró, una extraña energía recorrió por sus venas, haciendo que su corazón cobrara el triple de vida y se acelerara con gozo. 

No iba a mentir. A Jin le había estado rondando por la cabeza su nombre después de verlo en la facultad. No se explicaba porqué pero, incluso cuando descansaba sobre su cama, las palabras hacían eco en su cabeza «NamJoon. Alfa. No. NamJoon. Alfa. No»

Involuntariamente sus piernas dieron unos cuantos pasos hacia la puerta, nervioso comenzó a abrirla muy despacio, para ese momento el palpitar de su corazón retumbaba en sus oídos. Sintió a su lobo removerse, brincar de alegría e incertidumbre. ¿Por qué estaba tan ansioso? 

—¡SeokJin! —le saludaron en el instante que tuvo la osadía de abrir por completo la puerta. 

—Ah, hola Jackson —saludó de vuelta, con desgana. 

¿De verdad creía posible encontrarse a NamJoon de aquel lado del mostrador después de su actitud extraña? 

—Hace mucho que no venía por acá —comentó el Alfa con una deslumbrante sonrisa en sus labios.

—Pues si.

La desilusión en su voz, en sus ojos y en sus pausados movimientos, eran claro indicio de que SeokJin no esperaba a Jackson. Es más, el Omega podía afirmar que sus sentimientos por ese peculiar, atractivo y follable Alfa habían desaparecido desde el momento en que les presentó a aquella chica.

Un momento. Su sentido de alerta se encendió, el cual hizo que se acercara en dos pasos hasta el mostrador, exactamente justo en frente de Jackson. Jin detectó algo extraño, poco usual en su aroma. 

Con mucho disimulo olfateó la zona en busca del característico aroma del Alfa. Sin embargo, algo no iba bien, algo no olía bien y pudo corroborarlo en esa fracción de segundos en la que se escuchó la puerta principal abrirse y una voz chillona hizo eco para sus oídos.

—¡Amor, no había mi talla! 

—Iremos a otra tienda, bebé. 

La Omega se acercó con celeridad hacia Jackson, guindándose de su brazo y depositando un prolongado beso sobre sus labios. 

—¡Hola! —saludó la calle recta.

Jennie vestía una blusa holgada que exponía a la perfección la cicatrizada mordida a la altura de su clavícula. 

SeokJin no supo cómo interpretar la noticia no expresada con palabras. ¿Debería sentirse feliz? Jackson había quedado en el tiempo hace aproximadamente tres meses y debido a ello él tenía que estar feliz por su amigo.

—¡Jackson Hyung! —exclamó JungKook en un chillido.

Inmediatamente el Omega se acercó hasta la feliz pareja, observó detenidamente la marca de la Omega y le extendió la palma al nombrado, quien no dudó en chocarla con una tímida sonrisa. 

Definitivamente Jackson le pertenecía a Jennie. 

—Admito que fue apresurado pero cuando hay amor ¿qué relevancia tiene el tiempo? —sus palabras sonaron dulcemente haciendo que los Omegas y la Beta sonrieran contagiados.

—Alimenta esa amor y oblígalo a multiplicarse —habló Jin.

—Amor ¿puedo pedir tres rebanadas? —intervino Jennie, quien miraba fijamente las delicias en la vitrina.

—¡Estás embarazada! —vociferó un indiscreto JungKook ante la petición.

Al notar que los comensales se giraron para observarle no pudo evitar que sus mejillas adquirieran el inconfundible color de la vergüenza. Llevó ambas manos a su rostro y con un lento movimiento se encogió sobre el suelo, provocando que todos rieran por su actitud infantil. 

—En lo absoluto. Es sólo que venimos de la reunión mensual que hacen en casa de Hanna.

—¿Reunión mensual? —inquirió el Omega mayor.

—Si, sus padres no se dan por vencidos y en cada mes reúnen a sus allegados en busca de nuevas pistas.

—Y aunque sea obvio que la información no sea nueva, ellos guardan las esperanzas de encontrar pistas contundentes y sólidos —agregó Jackson—. Ninguno de nosotros se come el cuento de que murió por resistirse a un asalto —resopló—. Admito que nuestra cercanía no era fuerte, simplemente eramos conocidos, pero su partida golpeó algo en mi pecho y por eso exijo que la verdad se sepa. 

Lisa, quien se había mantenido en silencio escuchando cada palabra, dio un paso al frente y carraspeó su garganta.

—Hace poco se dio a conocer que su muerte podría tener conexión con la chica del año pasado —musitó.

—¿Cuál? —preguntó el Omega menor desde abajo.

—En Octubre del año pasado también desapareció una chica de manera misteriosa, era una Omega.

—¡Lo recuerdo! —exclamó Jackson—. Su nombre era HeiGi.

—Amor ¿la conociste? 

—No, preciosa —observó a su novia—. Sólo recuerdo que informaron que su muerte había sido por venganza contra sus padres y su nombre lo recuerdo porq-

—Así se llama tu hermana —completó la Omega.

—Exacto. 

SeokJin les escuchó atento cada palabra. Él no le daba la debida atención a las noticias, muy poco las veía y muy poco las leía, pero asumía que debía prestarte atención de aquí en adelante si quería mantenerse informado del extraño caso de Hanna.

Instantáneamente por sus pensamientos pasaron las advertencias de su madre. Definitivamente tendría que ser más precavido y estar atento de su alrededor. 

Emmoní » NamJin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora