La noche brillaba por su nombre, árboles espesos le acompañaban entonando una tétrica sinfonía acompasada por la brisa mientras la penumbra que rodeaba el lugar era cegadora.
No habían animales demostrando vida, cantando para la oscuridad, sólo era roto el silencio por el Omega que corría con desenfreno a través de los troncos frondosos y tétricos.
Su respiración era errática, sus jadeos eran inconfundibles, su miedo era palpable.
—No puedo más —chilló entre espasmos, su corazón latía con desenfreno y sus piernas temblaban de tanto correr.
El chico se afianzó del primer árbol que vio como refugió. El aire se le escapaba de los pulmones, estaba agotado, así que decidió apoyar su espalda sobre la áspera superficie.
—Sólo respira —se alentó en un susurro.
¿A quién iba a mentir? Se encontraba malditamente asustado y como prueba de ello sus lágrimas brotaron de sus ojos, una tras otra, siendo más dolorosa que la anterior.
El Omega rompió en llanto, dejándose caer en el suelo, encogiéndose sobre la tierra. Su pecho dolía, el miedo lo carcomía. ¿Podría salir de esta?
Cuando pensaba que no podía ser peor, escuchó unas fuertes pisadas acercarse. Inmediatamente su corazón volvió a bombear con fuerza, su instinto le gritaba que continuara corriendo.
—Lo siento —se rindió.
No podía más, no quería más. ¿Para qué seguir corriendo y aumentando las esperanzas si al final le atraparían?
—¡Ternurita! —le atraparon.
La silueta de la persona que venía persiguiéndole se posicionó delante de él, su olor era demandante y agrio. Aquella voz estiró sus manos y las envolvió en el cabello del Omega que temblaba de miedo.
—¡Ah! —gritó, cuando el fuerte tirón le hizo levantar la cabeza.
—¿Te estás rindiendo? —sonrió tétricamente—. Tú, ¿te estás rindiendo? —volvió a jalar de las oscuras hebras del nombrado, haciéndolo chillar más fuerte.
—Por favor, no~ —suplicó entre llanto.
—¡Debiste pensarlo antes! —tomó la cabeza del Omega y la golpeó salvajemente sobre el suelo—. ¡Eres una zorra! —volvió a repetir el golpe con mayor fuerza—. ¡Maldito, maldito! —y esta vez continuó agrediéndolo, golpe tras golpe.
¿Eso era todo?
Sangre, tibia y espesa, brotaba de alguna herida de su cabeza, cayendo sobre la arena y mezclándose en la penumbra.
Acompáñenme en esta nueva aventura sin dejar de lado las demás❤
Amaría contar con su apoyo.
Nos leemos pronto🌙
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Emmoní » NamJin.
Fanfic❝-Oh, no -susurró con voz temblorosa-. Allí viene. Necesito seguir corriendo. - ¡Deten tus mugrosas piernas en éste maldito instante, Kim SeokJin! -sus gritos ponen mis vellos de punta-. ¡Te alcanzaré y acabaré contigo! ¡Eres una zorra y a las zorra...