Parte 3

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3.-El tiempo transcurría y Mario no se adapta a su familia, a su casa y se quejaba de los malos tratos que recibía. De manera que nuevamente volvió para la casa de la abuela, pero ya era un adolescente y fue matriculado en el Liceo para cursar la secundaria.

El comportamiento en el liceo era malo, desaplicado y peleonero. Su  carácter no ayudaba.

 Se transformó, de un niño alegre, cariñoso se había convertido en un joven que inventaba historias de aparecidos, de leyendas a las que consideraba ciertas, allí su ingenuidad y cuando un chico de ciudad escuchaba esto se reía y él no aguantaba eso.

Se había tornado peleador y hasta agresivo. En la casa, los tíos pensaban si tendría un problema psicológico, cerebral, sin embargo lo apoyaban para que tratara de cambiar. Mario tenía un comportamiento de aquel que le tiene rabia a la vida, que siente no es apreciado o querido por sus padres y se escudaba en el afecto que la abuela le prodigaba.

Como presentaba problemas de riñas en la escuela (Liceo) y un día llegó con un golpe, luego una lesión en una pierna, decidieron regresarlo con sus padres para que en el pueblo siguiera sus estudios, con la esperanza de que madurara y cambiara de actitud.

Volvió a casa de sus padres y se unió un poco al hermano que le antecede. En una oportunidad fueron juntos a la finca de la abuela y allí se produjo un accidente, donde el hermano murió. Esto afectó mucho a Mario y ya no quería estudiar. Andaba con mucha tristeza y sentimiento de culpa, por no poder salvar a su hermano.

Mario, un muchacho, que no aprendió a vivirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora