IV

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IV

Al igual que cuando despertó, todo a su alrededor parecía estar dado para el final de cualquier novela romántica, la verdad es que al más alto le sorprendió el encontrarse vivo porque sabía que el más bajo más que verlo cómo una persona, lo veía cómo alimento.

Se desperezó un poco y observó a sus alrededores, sí, definitivamente nada había cambiado, excepto por el pelirrojo que parecía estar cazando palomas un poco extrañas, curioso, el rubio se acercó y se sentó en una conveniente roca con sombra para observar mejor a su compañero.

— ¿Qué haces cazando palomas? —se atrevió a preguntar luego de un rato.

— ¿Palomas? Son gaviotas —respondió el pelirrojo bastante extrañado—. Tengo hambre —puntualizó mientras volvía con su ortodoxa técnica de cazar gaviotas con su puñal.

—Gaviotas, palomas; ambas vuelan ¿No? —le restó importancia al hecho mientras observaba cómo varias de las palomas-gaviotas se posaban en la misma roca dónde él estaba sentado.

Algunas incluso se le posaban encima, estaba bien, sería el líder de los pinzones entonces.

Típicas Vacaciones ParadisíacasWhere stories live. Discover now